El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García Margallo, ha tachado de «esperpento» la candidatura unitaria 'Junts pel Sí' (Juntos por el Sí), que concurre a las elecciones catalanas del próximo 27 de septiembre, y sostiene que esta lista debería llamarse 'Sí, todo revuelto'.
En una entrevista en Antena 3, cree que los componentes de esta lista en «lo único que están de acuerdo es en camuflar» a «la pareja de moda»: el líder de CDC, Artur Mas, y al de ERC, Oriol Junqueras. Ambos dirigentes ocupan los puestos cuatro y cinco de la candidatura que apoya el proceso independentista en Cataluña.
«Lo único en lo que están de acuerdo es en que no se hable de lo que hay que hablar, que no se hable de cómo lo ha hecho el Gobierno de Artur Mas o qué pretende hacer el Gobierno si gana las elecciones para resolver los problemas de los ciudadanos», ha señalado Margallo, preguntado acerca del liderazgo y futura presidencia de Mas si gana esta candidatura.
Para el ministro, con la defensa del proceso soberanista «se está dando un espectáculo realmente triste» y que «puede causar un daño importante a Cataluña». Según ha subrayado, los principales dirigentes de 'Junts pel Sí' «son conscientes» de ese daño: «Saben que una declaración unilateral de independencia es algo que no va a ningún sitio», ha puntualizado al respecto.
En este sentido, ha insistido en que una Cataluña independiente no contaría con el reconocimiento de la comunidad internacional ni formaría parte de la Unión Europea y, ante este hecho, ha afirmado que los independentistas harían «bien» en explicar cómo la Comunidad Autónoma «piensa pagar la deuda pública acumulada» sin tener acceso al Fondo Monetario ni a las inyecciones del Banco Central Europeo (BCE).
De hecho, según Margallo, la independencia catalana «se traduciría en una pérdida del nivel de vida» de los ciudadanos catalanes en un «20 o 30 por ciento».
Preguntado sobre una posible reforma constitucional para clarificar competencias autonómicas, el ministro ha apuntado que el presidente catalán «nunca ha estado por buscar un acomodo de Cataluña con el resto»: «Está empeñado en hablar de independencia sabiendo que es una aventura imposible, un camino que no conduce a ningún sitio», ha apostillado.
En opinión del ministro, tratar el tema de la independencia es «la mejor forma de que no se hable» de la gestión de Mas al frente de la Generalidad de Cataluña. Cuando hay una crisis económica, ha explicado, es «más fácil» buscar enemigos «para que no responsabilicen» de los ajustes.
«Se habla de independencia y no se habla de educación, sanidad, pensiones», ha criticado, para después añadir que a Mas «le abucheaban» antes «de sacarse de la chistera el conejo de la independencia».