Este jueves 20 de agosto se cumplen siete años desde el catastrófico accidente del vuelo JK5022 de la compañía Spanair, en el que fallecieron 154 personas y otras 18 resultaron heridas. La tragedia, una de las peores en la historia de la aviación española, tuvo lugar durante el trayecto entre Madrid y Gran Canaria. El avión perdió el control, y segundos después de despegar acabó estrellándose en la propia pista de Barajas.
Los familiares de las víctimas, acompañados por los familiares de los fallecidos del accidente de Swiftair en Mali -del que el pasado 24 de julio se cumplió un año-, y del vuelo de Germanwings en los Alpes franceses, homenajearán hoy a sus allegados. La Asociación de Afectados del Vuelo JK5022 comenzará los actos a las 11.00 de la mañana en el Parque Juan Carlos I de Madrid, donde se encuentra el monumento a la memoria de los pasajeros. Desde ahí se trasladarán a las Terminal 2, donde tuvo lugar el accidente, y donde finalizarán a las 14.24, hora en la que ocurrió el accidente, la ofrenda y los cánticos en su honor.
Los afectados no olvidan a sus familiares. Y tampoco dejan de luchar por una indemnización «razonable». Hace unos meses, en febrero de este mismo año, los padres y la hermana de un fallecido de 21 años ganaban la batalla en los juzgados contra la aseguradora de la compañía. El juez obligó a Mapfre a indemnizar a esta familia con 340.000 euros, más del doble que lo que la compañía les ofrecía. La asociación sentía «lo repugnantemente barato que resulta morir o lesionarse en España en avión». La asociación continuará peleando para conseguir las indemnizaciones correspondientes, y han asegurado que también luchan y lucharán para que se pongan en marcha medidas y protocolos tanto para la investigación de accidentes aéreos como para una mejor atención a las víctimas.
Las causas de accidente han cambiado
«Hay que plantearse por qué los aviones que antes sufrían accidentes en las maniobras más peligrosas como los despegues y aterrizajes ahora caen en vuelo», apunta Pilar Vera, presidenta de la asociación de Afectados del vuelo JK5022.
De hecho, como hemos visto últimamente, la cantidad de aviones desaparecidos o accidentados a mitad del vuelo ha aumentado. Los problemas en el momento del despegue ya no crean tantos dolores de cabeza a los pilotos. Además, asegura que han reclamado en notables ocasiones la creación de un cuerpo de inspectores que mejore la investigación. «Con la AESA hemos tirado la toalla. Conseguimos en 2010, dos años después, que se aprobara una cualificación de puestos de tabajo para crear un cuerpo de inspectores, que a día de hoy no existe«, lamenta.