«Este señor» -así se ha referido a Rodrigo Rato el vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado- hace un año que no es «afiliado» 'popular' y «más de diez» que no ocupa un cargo en el partido. Así es como el Partido Popular ha vuelto a esquivar la polémica generada por su exgurú económico después de haberle sido imputados los supuestos delitos de fraude, alzamiento de bienes y blanqueo de capitales y descubrirse que aún mantiene una relación estrecha tanto con miembros del Gobierno -como puso de manifiesto la reunión que tuvo lugar el pasado 29 de julio en el despacho de Jorge Fernández Díaz-, así como también con «otros líderes del PP», tal y como reconoció él mismo al diario El País.
El PP, lejos de afear la conducta del exdirigente conservador, al que Casado ha vuelto a describir como «un gran exvicepresidente del Gobierno y exrepresentante del FMI», sigue inmerso en su habitual estrategia del despiste. «Si ha tenido alguna actitud reprochable que la Justicia lo dilucide», ha insistido el portavoz 'popular', dejando claro que el partido no atacará a Rato hasta que no sea juzgado y un tribunal diga que es culpable, a diferencia de lo que hicieron con su extesorero Luis Bárcenas. Mientras tanto, en Génova nadie parece preocupado porque algunos de los suyos siga «tomando café» con el expresidente de Bankia.
Respecto a la polémica reunión que tuvo lugar el pasado 29 de julio en el Ministerio de Interior, Casado se ha remitido a las explicaciones que el ministro dio el pasado 14 de agosto en la Comisión de Interior en el Congreso de los Diputados. Los periodistas han intentado hasta en dos ocasiones obtener más información acerca de los encuentros que supuestamente también mantiene Rato con otros «líderes del PP». El primer intento ha sido en vano. «Rato ha hablado de contactos habituales con otros líderes del partido. ¿Es así? ¿Con quién? ¿Cuentan con el visto bueno de Rajoy?». Casado no ha contestado a ninguna de las preguntas y se ha limitado a subrayar que la Fiscalía ya desestimó la denuncia que el PSOE interpuso contra el titular de Interior porque «ha considerado que no es susceptible de delito» y a resaltar que el ministro tiene una «trayectoria intachable».
La segunda pregunta que ha surgido respecto a este espinoso tema sí ha obtenido respuesta. Casado ha asegurado que él desconoce con quién se ha reunido el exvicepresidente Rato y «en qué nivel de afiliación», porque no van a entretenerse en discutir «con quien toma café» el expresidente de Bankia.