Amnistía Internacional considera que las medidas del Gobierno para devolver la atención sanitaria a inmigrantes irregulares son insuficientes y limitadas. El Gobierno ha levantado la mano en este asunto, tras una verdadera insurrección, incluso en su mismo partido. Este pasado martes se cumplieron tres años desde la instauración por parte del Gobierno del Partido Popular del Real Decreto Ley 16/2012, en el que se exponían una serie de medidas urgentes para garantizar la sostenibilidad y mejora del Sistema Nacional de Salud. Con este RDL, el Gobierno presidido por Mariano Rajoy quitó la tarjeta sanitaria a 748.853 personas, que quedaron a su suerte y sólo se garantizaba su asistencia en caso de que fuera una urgencia, para las atenciones pediátricas, durante el embarazo, parto y postparto, o en caso de enfermedades infecciosas.
Ahora, tras las elecciones del 24 de Mayo y la llegada a los parlamentos autonómicos de otros partidos políticos que anunciaron que iban a adoptar nuevas medidas para garantizar el acceso a la sanidad de las personas en situación irregular, el Gobierno presentó los detalles del mecanismo ideado a la Comisión de Prestaciones del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, para “armonizar” la atención sanitaria a estos colectivos. Un acuerdo que para Amnistía Internacional resulta insuficiente. “Las medidas que se han tomado siguen siendo parches que no sirven para solucionar el problema de fondo y no sirven para blindar el derecho humano a la salud”, expone Ignacio Jovtis, Responsable del Área de Investigación de Amnistía Internacional, a EstrellaDigital.es.
El matiz del empadronamiento
Sanidad pretendía que todas aquellas personas en situación irregular y que llevasen un año o más empadronados en nuestro país, si pudieran tener acceso a la asistencia sanitaria. Tras la reunión con las Comunidades Autónomas este miércoles, Sanidad han decidido fijar el límite en seis meses: “Digamos que va en la dirección correcta pero no es suficiente porque con esta medida se deja sin asistencia a personas sin hogar, ya que no pueden empadronarse porque no tienen domicilio y por el efecto disuasorio que esto puede provocar en inmigrantes en situación ilegal ya que la Policía puede tener acceso a estos datos”, aclaran desde Amnistía. Aunque el Gobierno ha asegurado que la Comisaría General de Extragerías y Fronteras, que depende del Ministerio de Interior, “ni puede acceder ni pretende hacerlo”.
“Las medidas que se han tomado siguen siendo parches que no sirven para solucionar el problema de fondo»
Por eso es necesario, según esta ONG, que se modifique el RDL “porque hay una especie de contradicción entre lo que el Gobierno anuncia y lo que realmente pasa. Ellos dicen que ningún inmigrante en situación irregular se quedará sin asistencia, pero eso no es cierto porque no le da asistencia a todos los inmigrantes, sólo a los que llevan más de seis meses”, explica Ignacio Jovtis.
De hecho, desde la Organización de Naciones Unidas ya han advertido a España, instándole a garantizar la asistencia a los inmigrantes. “Hay más de diez mecanismos de la ONU que en el último año han instado a España para que restablezca la universalidad de la asistencia sanitaria”, comenta Jovtis. El motivo: consideran que este RDL es una medida regresiva y que no cumple las obligaciones que tiene España en materia de derechos humanos.
Las mujeres, las más vulnerables
La ONU, en el último Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer, ya advirtió a España del impacto desproporcionado que este RDL tiene sobre las mujeres inmigrantes. “Hace más difícil identificar a las víctimas de violencia de género o las víctimas de trata”, argumenta Amnistía internacional.
Los “parches” a escasos meses de unas elecciones generales no valen y por eso piden su total reestructuración. “Hay miles de personas afectadas, personas de carne y hueso que están enfermas y no pueden ir al médico. Nosotros pedimos el restablecimiento de la universalidad de la asistencia sanitaria para todas las personas, sea cual sea su situación y con este acuerdo, si se firmase, seguiría sin darse”.