El secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, ha asegurado este martes en Santander que España «no se merece el populismo» y ha reconocido que le «preocupa». En su opinión, los populismos, «particularmente los del bienestar», están conectados con lo que la teórica Margaret Canovan denomina como «la sombra de la democracia»
Así, ha denunciado que el populismo se traduce en «mentiras» y se basa «sencillamente» en «construir una estrategia de desactivación» de unas estructuras institucionales que los populistas consideran «opresivas» y que «ha entrado en Europa por España desde América Latina».
No obstante, ha reconocido que le parecen «más inquietantes» los populismos de Marine Le Pen en Francia y Beppe Grillo en Italia y ha asegurado que, como «liberal» que es, piensa dedicarse a combatir el populismo «intelectualmente», tal y como ha señalado durante su intervención en el encuentro 'Pulso de España', que se está celebrando esta semana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).
Igualmente, ha reivindicado que en España «no existe una casta» a la que se refiere Podemos en sus discursos porque, a diferencia de otros países, «aquí no se produce una sucesión familiar generacional con los mismos apellidos». «Eso es algo propio o de democracias muy consolidadas a la europea, ya sea británica, francesa, italiana o incluso alemana, o de países latinoamericanos donde hay auténticas dinastías republicanas», ha explicado.
Frente a esto, Lassalle ha indicado que España «es un país donde hay una nueva clase media tardo franquista que no incorpora los mecanismos intelectuales ni sociológicos» de una casta, al tiempo que señalado que «probablemente, la necesidad que tiene la ciudadanía española de protestar frente a determinadas situaciones de malestar colectivo propio de la crisis española ha justificado que en determinados momentos algunos aceptaran que en España existe una casta política».
Además, ha señalado que el futuro desde el año que viene, después de las elecciones generales de diciembre, es una «terra incognita», un «tiempo marcado por la incertidumbre» con nuevos actores relacionados con este tipo de populismo.
De este modo, ha considerado que desde 2016 se va a definir un momento que en su opinión «va a marcar claramente un antes y después y que inaugura un acto nuevo, el cuarto en la historia» de España después la Transición (1975-1982), los gobiernos de Felipe González (1982-1996) y desde la llegada al poder de José María Aznar hasta la actualidad.