Hay muchas respuestas al desafío soberanista mejores que las que ha dado el Gobierno de Rajoy. Así los ven los catedráticos Enrique Álvarez y Mikel Buesa, primeros invitados al Desayuno Estrella. Ellos han propuesto en este encuentro ante profesionales y periodistas varias soluciones.
Un día después de que los catalanes volvieran a pronunciarse en las urnas por tercera vez en menos de cinco años, es momento de la reflexión y el análisis. La victoria parlamentaria del independentismo ha sido indiscutible: la suma de 'Junts pel Sí' (62 escaños) y la CUP (10 escaños) les da la mayoría absoluta necesaria para gobernar sin obstáculos. Un éxito que, sin embargo, no se traduce en el número de votos. El bloque secesionista no alcanzó el 50% de votos necesarios para que el plebisticio que Artur Mas proclamó en su momento tenga sentido, pero ahora parece que tampoco sea imprescindible para su postura.
Así lo advirtieron durante la noche electoral los independentistas, y así lo confirman los expertos que este lunes han participado en el primer desayuno informativo organizado por ESTRELLA DIGITAL en el Instituto Europeo para el Emprendimiento (EIE). Tanto el catedrático de Economía de la Universidad Complutense Mikel Buesa, como el catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad Rey Juan Carlos Enrique Álvarez creen que el resultado que se obtuvo este domingo en las urnas en Cataluña «legitima» a los independentistas para intentar llevar a cabo «su proyecto secesionista». «Han logrado la mayoría parlamentaria. El plebiscito es irrelevante», ha advertido el hermano de Fernando Buesa, dirigente del PSE asesinado por ETA en febrero de 2000. «Estas elecciones presentan a un Gobierno legitimado para llevar a cabo su objetivo», insiste Álvarez.
Aunque en esta ecuación aún es necesario despejar dos importantes incógnitas. ¿Quién va a ser el encargado de pilotar el desafío? El meteórico ascenso de la CUP ha puesto en serias dudas el futuro político de Artur Mas. Los de Antonio Baños ya han dejado claro que no apoyarán un Gobierno presidido por el actual líder de los convergentes catalanes. Los expertos que han protagonizado el desayuno informativo de este lunes no se atreven a «vaticinar» futuribles, aunque tampoco ven descabellado que Mas vuelva a repetir en el trono.
Y la más importante de todas: ¿Qué va a hacer el Gobierno central para intentar reconducir una situación que se antoja irrenconciliable? Ni Buesa ni Álvarez confían en que la respuesta política que se vaya a dar sea ni la «más adecuada», ni la «más racional».
El catedrático de Economía de la Universidad Complutense de Madrid cree que existen «instrumentos legales» para hacer frente al independentismo, pero los considera «ineficaces». Como ejemplo utiliza el sucedáneo de referéndum que tuvo lugar el pasado 9 de noviembre. «El Gobierno presentó una querella contra Artur Mas y aún no ha sido llamado a declarar», ha recordado Buesa, quien pone en relieve la «cobardía de la Fiscalía y del Tribual Superior de Justicia de Cataluña». «Si esta es la hoja de ruta a seguir, creo que finalmente Cataluña será independiente. No puedo afirmar que el Estado vaya a ser eficaz en este asunto. No ha mostrado la voluntad política necesaria», ha advertido el vasco.
Según Buesa, las opciones que tiene el Gobierno son escasas. Y una, a su juicio, pasaría por la aplicación del artículo 116 de la Constitución que apela al «Estado de sitio». «La aplicación del artículo 155 es inadecuado; y acudir al Tribunal Constitución parece papel mojado. El derecho no resuelve todas las cosas», ha insistido Buesa, quien considera imprescindible la elaboración de «una ley de claridad en España», elaborada por el Gobierno central, en la que se esclarezca el procedimiento a seguir y a «tres o cuatro años vista» se establezca una consulta en Cataluña. «Esto sería tomar la iniciativa. Aunque no creo que vaya a hacer nada que tenga que ver con esto», ha zanjado Buesa.
Para Álvarez, sin embargo, la «violencia» en este caso «no estaría justificada». El jurista aboga por también por la creación de una ley de claridad, aunque en su caso «pactada», o una reforma de la Constitución negociada con el País Vasco y Cataluña. «Ya no existe el nacionalismo, existe el independentismo. Las soluciones no son fáciles y habría que ir negociando poco a poco y con el paso de los años», advierte Álvarez, quien también considera imprescindible la celebración de una consulta en Cataluña, pero siguiendo el modelo británico, en el que se explique con total claridad a los catalanes qué perderían quedándose o yéndose de España. «Hay que calar mejor ese discurso y para ello hay que dejar de lado la mediocridad», ha zanjado.