miércoles, noviembre 27, 2024
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Sánchez plantea reformar la Constitución sin reconocer a Cataluña como nación

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El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha insistido este martes en que los socialistas apuestan por la gobernabilidad en Cataluña, pero ha recalcado que no van a apoyar bajo «ningún concepto» la investidura del presidente en funciones de la Generalitat, Artur Mas, ni la de cualquier candidato que proponga «romper con España». «No vamos a aceptar ninguna fórmula que rompa la soberanía nacional de España», ha dicho.

Así de tajante se ha mostrado el líder de los socialistas, en una entrevista en Antena 3, cuando se le ha preguntado si está dispuesto a apoyar a la lista de Junts pel Si, después de que este lunes le pidiera que no se eche en brazos de la CUP.

Sánchez ha asegurado que no votarán la investidura de Mas y que, por tanto, le van a «invitar a que se vaya», y preguntado acerca de si contemplan apoyar a otro candidato procedente de esa lista, como Raül Romeva u Oriol Junqueras, en un pacto de izquierdas, ha recalcado que «hay una parte de los políticos en Cataluña que están diciendo que quieren romper con España» y el PSOE eso no lo va a «permitir».

El líder de los socialistas ha insistido en que los socialistas no van a apoyar a «aquellas personas que han llevado a la fractura, a la ruptura de Cataluña y que aún hoy están defendiendo una declaración unilateral de independencia».

De esta manera, y aunque ha reconcoido que la «responsabilidad» de formar gobierno la tiene quien ha ganado las elecciones, ha defendido que la «persona idónea» para liderar el momento que vive Cataluña es el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, que ha obtenido «un respaldo muy razonable» y «tiene la solución» para recomponer «una sociedad dividida en dos bloques muy parejos».

Sánchez ha insistido en que la salida a la crisis es una reforma de la Constitución, que, entre otras cosas, reconozca las «singularidades» de Cataluña. Según ha dicho, ésta será la propuesta concreta de los socialistas, en la que  «no aparecerá» el reconocimiento de Cataluña como nación.

A su juicio la conclusión de las elecciones del pasado domingo es que los catalanes han dicho que no al inmovilismo y al rupturismo y sí al reformismo, que es por lo que cree que tiene que apostar ahora el Gobierno central.

Además, ha vuelto a defender que en Cataluña hace falta «un gobierno transversal», porque es lo que hace falta cuando «cuatro de cada cinco catalanes» han dicho que quieren que los gobiernos de Cataluña y España «se sienten a negociar», como también quieren «cuatro de cada cinco españoles».

El líder del PSOE ha recalcado que las elecciones del domingo han tenido como resultado un Parlament con seis partidos, que reflejan una sociedad «dividida en dos» bloques, uno que representa al 47% que ha apoyado a opciones independentistas, y el resto que está «a favor de permanecer en España, pero con otro tipo de 'status quo' diferente al actual», a través de una «vía reformista».

Por eso, ha apostado por «tender puentes» y formar un gobierno en Cataluña que «dé gobernabilidad» a una comunidad que lleva cinco años «elección tras elección». Lo que hace falta, ha remachado, es «un gobierno que dé estabilidad y resuelva los problemas» de los catalanes y que abra esa vía reformista. Y, a su juicio, la «persona idónea» para hacerlo, por «afinidad y convicción» es Iceta.

Las «singularidades»

Sánchez ha insistido en que la salida a la crisis es una reforma de la Constitución, que, entre otras cosas, reconozca las «singularidades» de Cataluña. Según ha dicho, ésta será la propuesta concreta de los socialistas, en la que «no aparecerá» el reconocimiento de Cataluña como nación.

Los socialistas están convencidos, ha dicho, de que España es «una nación plural, diversa e indivisible», en la que se pueden reconocer las «singularidades» que tienen determinadas comunidades autonómas. En el caso catalán, ha dicho, es «evidente» que tiene la singularidad de su lengua, que tienen una «proyección» desde el punto de vista de la política educativa y cultural y en el funcionamiento de la Administración.

A su juicio, reconocer de manera «más subrayada» la singularidad de una sociedad como la catalana no implica desigualdad, sino reconocer diferencias que tiene con otras comunidades autonómas, como también ocurre, ha explicado, con la insularidad de Canarias.

Sánchez está seguro de que en Cataluña el problema no es de denominación, sino de «convivencia» y se ha mostrado convencido de que se puede resolver «dentro de la Constitución, respetado la soberanía nacional, que es indivisible y no se puede fracturar», como plantea, ha subrayado, el líder de Podemos, Pablo Iglesias.

Sin privilegios fiscales

Además, también ha descartado que la propuesta de reforma de los socialistas contemple introducir privilegios fiscales para Cataluña, porque no van a plantear «ninguna reforma que rompa el principio sagrado de» la igualdad de los españoles.

Por eso, ha asegurado que no plantearán la cesión del 100% del IRPF de la que habló el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García Margallo. «Nosotros lo que estamos planteando es la igualdad siempre entre españoles en el acceso a bienes públicos esenciales», ha recalcado.

El secretario general del PSOE ha explicado que el planteamiento de los socialistas es el que pusieron «negro sobre blanco» en julio de 2013 en la denominada 'Declaración de Granada', en la que ya establecieron los límites de la reforma de la Constitución: la unidad de España y la igualdad entre los españoles.

El objetivo, ha dicho, no es «satisfacer a los independentistas», sino «seducir» a ese 20% de los catalanes que los apoya electoralmente pero que lo que quiere es «seguir» en España «con otro 'status quo'».

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