Barcelona debatirá en el pleno del viernes una propuesta del Gobierno de Ada Colau y de los grupos de ERC y la CUP para declarar la ciudad contraria al Tratado Transatlántico de Comercio e Inversión (TTIP), entre la UE y Estados Unidos, que recoge las peticiones de la campaña Cataluña no al TTIP.
El primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, ha defendido este miércoles en rueda de prensa que el tratado es «un ataque en toda regla de la soberanía democrática» y puede representar una pérdida de derechos laborales que beneficie a los intereses especulativos de los grupos transnacionales.
Ha criticado también el «secretismo y la opacidad» con la que se está elaborando el tratado, y ha avisado de que, además de representar una pérdida de derechos, también puede disminuir la capacidad de los ayuntamientos de tomar decisiones, al igual que ocurre con otros acuerdos, como el Tratado de Libre Comercio entre la UE y Canadá (CETA) y el Acuerdo Multilateral para la Comercialización de Servicios (TISA).
«Cada vez hay más ámbitos en los que no tenemos control como consecuencia de leyes que están aprobando los estados y nuevas normativas internacionales», ha lamentado, y ha avisado de que, con estos tratados, se pondrán trabas a que un ayuntamiento pueda exigir tarifas razonables del agua, la contratación con cláusulas sociales y la protección de los derechos laborales, entre otras cuestiones.
Como proponen las entidades de la campaña, considera necesario convocar un debate público con activistas y académicos tanto de la UE como de Estados Unidos para abordar la cuestión, y ha ofrecido Barcelona para que lo acoja.
La concejal de ERC Montse Benedí ha destacado que Barcelona siempre ha sido defensora de los derechos y que «no se puede quedar atrás», y ha insistido en que el TTIP y tratados similares pueden contribuir a una pérdida de derechos, servicios públicos y autonomía.
Ha coincidido en lamentar la opacidad con la que se está tramitando –critica que los ciudadanos no pueden acceder a gran parte de su contenido, mientras sí pueden los 'lobbies'–: «Tenemos derecho a saber y decidir sobre un tema que afecta a nuestros derechos como ciudadanos y como el pueblo que reivindicamos y que queremos conseguir lo antes posible».
La líder municipal de la CUP, Maria José Lecha, ha añadido que el tratado representa un «ataque directo, frontal y salvaje a la soberanía de los Estados y de los pueblos», y ha avisado de que prevé que los trabajadores de empresas de Estados Unidos que trabajen en la UE se rijan por las normas estadounidenses, algo que considera que no garantiza sus derechos básicos.
Ha planteado la «desobediencia como herramienta» contra una medida que considera neoliberal y que, una vez se apruebe, será muy difícil revertir y desbloquear, ha avisado.
12 ciudades catalanas
De la campaña Cataluña no al TTIP, Fernando Topo (Ecologistas en Acción) ha dicho que han recogido casi tres millones de firmas contra el tratado, y ha esperado que Barcelona se declare contraria a la normativa, para lo que necesita una mayoría simple, algo que podría lograrse con la abstención del PSC, cuyo líder municipal, Jaume Collboni, ha recordado que hay aspectos del tratado que comparten y otros que rechazan.
Cristina Pina (Ingeniería Sin Fronteras) ha asegurado que sólo el 1% de los europarlamentarios tiene acceso a la totalidad de los acuerdos entorno al tratado, mientras que Àlex Guillamon (Entrepobles) ha coincidido en señalar el «insultante secretismo», y Lucía Bárcena (Ecologistas en Acción) ha esperado que Barcelona se sume a las ciudades que rechazan el tratado.
Han asegurado que hay 49 ciudades en España que ya se han declarado contrarias, entre ellas 12 catalanas, que incluyen El Prat de Llobregat, Montcada i Reixac (Barcelona), Blanes y Lloret de Mar (Girona), entre otras.
La campaña Cataluña no al TTIP cuenta con CC.OO., UGT, Unió de Pagesos, Consell de la Joventut de Barcelona, Aigua és Vida, la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (Favb), la Intersindical Alternativa de Cataluña, Ca la Dona, Dempeus per la Salut Pública, la Xarxa d'Economia Solidària y LaFede.