El expresidente del Gobierno Felipe González ha reflexionado este miércoles sobre la «identidad nacional» que se defiende en el debate territorial sobre Cataluña y ha expuesto que también el Estatuto de Autonomía de Andalucía recoge que la región tiene esa característica, aunque él, según ha añadido, no la ha encontrado «nunca».
Andalucía «también tiene identidad nacional en el último estatuto», ha recordado González, quien, a renglón seguido, ha añadido que «probablemente la tenga». «Yo no la encontré nunca, yo soy un andaluz de pro, la he buscado por muchos sitios, pero no la encontré en ninguna parte», ha expuesto.
En declaraciones a los periodistas tras participar en un seminario organizado por la Fundación Alternativas sobre los '30 años de España en Europa', en el que ha compartido mesa con los exministros Josep Piqué y Marcelino Oreja y el exdirigente sindical Nicolás Sartorius, el expresidente ha vuelto a restar importancia a las denominaciones al hablar del «espacio público compartido» al que se llama España.
«España constituida en Estado nación, España Estado nación de naciones…. Me da exactamente lo mismo, ése no es el problema», ha afirmado González, que ha recalcado que, en todo caso, su «perímetro» es el mismo desde 1517 y no desde 1714, año al que recurren los nacionalistas para hablar de «lucha de liberación republicana».
Hace unas semanas, González desmintió unas declaraciones que le atribuía 'La Vanguardia' donde habría afirmado que Cataluña tiene que ser reconocida como nación.
Aunque aseguró que no lo había dicho, reabrió el debate en el PSOE sobre este extremo, un debate que cerró este martes el secretario general, Pedro Sánchez, asegurando que la propuesta socialista de reforma de la Constitución no reconocerá a Cataluña como nación aunque sí sus «singularidades».
Por otro lado, González cree que, después de las elecciones del pasado domingo en Cataluña, la situación está «exactamente igual que antes», pero ahora es «más complicado gestionarlo».
El exdirigente no ha querido ahondar en su valoración de los comicios del pasado domingo, en los que ganó la lista de Junts pel Si que promueve la independencia de Cataluña y en los que el PSC sacó 16 escaños, unos resultados, a su juicio, «escasos, pero mejor de lo esperado».
Preguntado por cuál cree que debe ser la respuesta al desafío soberanista, ha defendido que «hay que hacer lo mismo que había que hacer la semana anterior, pero no se hace».
El expresidente se ha referido a la crisis con Cataluña durante su intervención en el debate, en el que se pretendía hacer un balance de la aportación de España a la construcción europea en sus tres décadas de pertenencia a la UE.
Así, ha defendido que la «gran inmensa ventaja» que tuvo la incorporación europea para España fue resolver su «problema histórico» de «orientación» y ha lamentado que se haya perdido el sentido de «formar» parte de Europa, más allá de «estar» en ella.
En concreto, ha reclamado que España «recupere su papel de constructor de Europa, aportando respuestas europeas» y abandone el «papel pasivo de pedir a Europa que nos resuelva nuestros problemas, aunque sean los problemas territoriales –en referencia a Cataluña–, advirtiendo a unos y a otros que esto puede ser y esto no puede ser».
González ha insistido en que la pertenencia al «espacio público compartido» que es la UE, «con todos sus defectos y errores», le da «sentido de la orientación a España».
Los «debates estériles»
Por eso, ha lamentado que, a pesar de esto, en España se producen «debates tan estériles como si se está o no se está dentro, si es una amenaza (decir) si se está dentro o no de la Unión si se va Andalucía, que es mi tierra», ha dicho, en referencia a los debates previos a las elecciones catalanas sobre los efectos que tendría la independencia de Cataluña.
En el seminario, y con carácter general, González también ha advertido de que lo que puede «destruir Europa» son los «nacionalismos irredentos, insolidiarios y excluyentes», que corren el riesgo de acentuarse con crisis como la de los refugiados.