Alejandro de Pedro, empresario protagonista de la trama ‘Púnica’, recibió un escueto SMS el 28 de julio de 2014 a las 12:10 horas de la mañana: “Esther pastor (sic) 963869050”. Solo 12 minutos después el “mago” de las reputaciones en internet se ponía en contacto con la oficina de Esther Pastor, secretaria autonómica de Organización de la Generalitat Valenciana. En la llamada, breve, solicita una cita con la más directa colaboradora del entonces president de la Generalitat, Alberto Fabra. De Pedro dice que “va de parte de Zaplana”, según se recoge en el informe policial de las escuchas telefónicas incluido en el sumario por la trama ‘Púnica’.
Por aquellas fechas Esther Pastor y el president de la Generalitat –a los que en esos momentos además se relacionaba sentimentalmente– afrontaban un importante escándalo que había incendiado los medios y también las redes sociales, que se dio en llamar el “Ñoragate”. Se trataba de los gastos domésticos, efectuados en una tienda de alimentación cercana al despacho de ambos, cargados a la Generalitat con la firma de Esther Pastor, una información que dio en exclusiva EstrellaDigital.es. A consecuencia de estos gastos y de los efectuados en viajes fuera de la agenda oficial del president y cargados a las arcas públicas, la asociación Manos Limpias presentó una querella contra Pastor.
Sin embargo, el escándalo se acrecentó enormemente en las redes. Y la reputación en las redes es una de las especialidades de Alejandro de Pedro y sus sociedades, EICO y Madiva. Para eso precisamente, entre otras funciones, fueron contratadas sus empresas en la Comunidad de Madrid, por ejemplo.
Eduardo Zaplana nunca ha dejado de tener influencia política en el PP valenciano. En la guerra intestina desatada entre Alberto Fabra y algunos de sus consejeros por liderar al PP en las elecciones autonómicas del 24M, Zaplana pudo jugar un papel de árbitro. De hecho, cuando el escándalo de los gastos de Esther Pastor, y del propio Fabra –que cargaba a la Generalitat sus vitaminas–, Eduardo Zaplana se puso en contacto con Alberto Fabra para apoyarlo, según ha sabido EstrellaDigital.es de fuentes cercanas al expresident de la Generalitat y exministro.
Ese 28 de julio fue, en cierto modo, “el día Zaplana” en la vida de Alejandro de Pedro, según se puede deducir de las intervenciones telefónicas efectuadas por la Guardia Civil y recogidas en el sumario de ‘Púnica’. A primera hora de la mañana el empresario se puso en contacto con José Antonio Alonso Conesa, exalcalde de Cartagena –ciudad natal de Zaplana– para hablar de una cita en Madrid con el exministro del PP. Fue poco después cuando De Pedro recibió de un número con titular desconocido el contacto de Esther Pastor. De hecho, De Pedro, al concertar la cita con la secretaria Autonómica de Organización, especifica que dos días de esa semana iba a estar en Madrid, donde tenía concertada aparentemente la cita con Zaplana.
El escándalo de los gastos domésticos cargados a la Generalitat fue desvelado en exclusiva por este diario, pero rápidamente tomó auge en las redes sociales. Tanto twitter con el hadstag #ñoragate como Facebook o la red Menéame se hicieron amplio eco de las informaciones del escándalo. Los buscadores, al teclear el nombre de Pastor o Fabra, remitían inevitablemente al ‘ñoragate’.
Esther Pastor y Fabra además veían lastrada su imagen por los insistentes rumores –que se llegaron a publicar en medio impresos– sobre su relación sentimental. Alberto Fabra acababa de separarse de su mujer y tanto el president como su estrecha colaboradora estaban en valencia, desconectados de su entorno en Castellón.
Zaplana, por su parte –que ha negado los contactos y las informaciones– aparece en varios tramos del sumario, siempre relacionado con Alejandro de Pedro como contacto para conseguir contratos, como el de la mejora de la reputación de Ana Botella.
La exsecretaria de Organización de la Generalitat fue nombrada este verano asesora de Alberto Fabra, merced al estatuto de expresident de la Generalitat, que le permite nombrar a un asistente –Pastor en este caso– y un chófer. Fabra ha dejado sus cargos en la Comunidad Valenciana y ha sido nombrado senador por designación autonómica.