Alfonso Basterra, acusado de asesinar a su hija adoptiva Asunta junto a su exmujer Rosario Porto, ha empezado a declarar este viernes sobre las 10,00 horas ante el fiscal Jorge Fernández de Aránguiz, que pide 18 años para ambos por asesinato con el agravante de parentesco, en el juicio por el crimen que acabó con la vida de la niña en septiembre de 2013.
«Por supuesto que no«, ha respondido a la pregunta de si suministró orfidal a la menor en los días previos a su muerte o en ocasiones anteriores. Además, ha asegurado desconocer si alguien más le dio este medicamento a la niña.
Basterra comparece con una chaqueta negra y actitud seria, tranquila e incluso chulesca. «Sí retiré una caja de comprimidos de orfidal de esa farmacia, pero no recuerdo si eran 25, 50, 30 u 82″ ha respondido en un momento.
Asimismo, Basterra ha asegurado al fiscal que él no salió de su piso el sábado 21, día de la muerte de su hija Asunta, hasta que su exmujer Rosario Porto le llamó al volver de Teo, sobre las 21,30 horas, después de comer con ambas.
Basterra ha aprovechado su declaración para criticar, en un punto, los «estercoleros informativos» que emiten determinadas televisiones y en la que «tertulianos» llegaron a decir que «las va a pagar» por lo que supuestamente hizo a la menor.
A continuación, el padre de Asunta, tranquilo pero arrogante en su declaración, ha argumentado que si salió un poco antes de la comisaría fue porque quería comprobar si la niña podía haberse caído por las escaleras, ya que era «muy juguetona» y «tenía un espíritu competitivo» por lo que en ocasiones «competía con el ascensor».
Perder a una hija, ha dicho, es algo «tan sumamente desgarrador» que no se lo desea «ni a su peor enemigo», le ha espetado al fiscal, al que, como este jueves Porto, le ha apuntado que no sabe si él tiene hijos.