viernes, septiembre 27, 2024
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El día de la calabaza de Rajoy: Quiroga y Álvarez de Toledo le dicen adiós

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Turbulencias en el barco 'popular'. A menos de dos meses de las elecciones generales del 20 de diciembre, ya empieza a haber importantes deserciones en las filas conservadoras. Este miércoles, recién llegado de Nueva York y a punto de partir hacia Bruselas, el presidente Mariano Rajoy ha desayunado con dos mediáticas y polémicas bajas. En primer lugar y más importante, puesto que supone una crisis interna en una complicada delegación para los 'populares', la dimisión de la presidenta del PP vasco, Arantxa Quiroga. Y en segundo lugar, el adiós público de la diputada conservadora más crítica de la legislatura, Cayetana Álvarez de Toledo. Entre los planes de Rajoy no estaba previsto que ninguna de las dos -que curiosamente fueron fichajes de Aznar- continuaran en su puesto tras las elecciones generales. Pero ellas han optado por adelantarse a su 'decapitación' pública.

Según informan fuentes 'populares' a estrelladigital.es, ni Quiroga volvería a repetir como presidenta del PPE tras el Congreso regional previsto para 2016, ni entre los planes de Rajoy estaba incluir a Álvarez de Toledo en una complicada lista al Congreso en la que los puestos -según advierten las encuestas internas del partido- van a ser limitados. Ambas se trataban de 'muertes' ya anunciadas. Pero cómo habitualmente suele ocurrirle a Rajoy, no ha hecho falta que él eche a nadie: los tocados de muerte abandonan el barco por su propio pie. Lo hicieron los hombres fuertes de Aznar como Ángel Acebes, Rodrigo Rato y Francisco Álvarez-Cascos. Y ahora ha sido el turno de dos de sus fichajes femeninos más llamativos. Quiroga, de la que el expresidente Aznar se quedó encandilado en un congreso de Nuevas Generaciones en el País Vasco. Y Álvarez de Toledo, su mano derecha en FAES.

Quiroga, «sola» ante el peligro

Tal y como publicó este diario el pasado fin de semana, en el PP vasco ya veían a Quiroga «agarrada a un madero en medio del océano» después de tener que dar marcha atrás en una ponencia para alcanzar un acuerdo sobre «principios básicos de convivencia» que incluyera a todos los grupos, incluido Bildu, a los que la ‘popular’ les exigía el «rechazo expreso de la violencia» en lugar de una «condena».  Su futuro al frente de la formación pendía de un hilo, pero según aseguran fuentes 'populares', la intención de la cúpula nacional no era apartarla de la dirección regional hasta después de las próximas elecciones generales. «Los tiempos ahora no son buenos para el PP», aseguran dichas fuentes, dejando claro que una crisis en el PPE a dos meses de las generales no formaba parte de sus planes.

Tanto es así, que la única aliada que aún tenía en la dirección nacional, la secretaria general, María Dolores de Cospedal, intentó hasta el último momento convencerla para que esperara. Tras una semana de silencio, y «enclaustrada» en su casa, Quiroga finalmente ha optado por tirar de dignidad y no esperar a que nadie la eche. «Volvería a presentar la moción una y mil veces» porque el PP debe ser «vanguardia en la búsqueda de la convivencia, verdad y justicia con las víctimas», se ha defendido este miércoles en la rueda de prensa que ha concedido desde San Sebastián.

Sabía que estaba tocada de muerte, y que su posición al frente del PPE estaba «completamente debilitada». En frente tenía un hueso duro de roer: el clan del PP alavés, liderado por el ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, y sus dos poderosos secuaces: el exalcalde de Vitoria, Javier Maroto; y el que fuera secretario general del PPE hasta que Arantxa decidió apartarlo, Iñaki Oyarzábal. Sólo le apoyaba una parte del PP de Vizcaya representada por su secretaria general, Nerea Llanos, y el líder de la formación, Antón Danborenea. El apoyo público de la formación nacional sólo respondía a que «estamos en vísperas del proceso electoral», pero la realidad es que «no tenía el apoyo de su partido». «Públicamente puede que lo dijeran, pero está completamente en guerra con Álava, que es la sección que manda en Génova. Uno es ministro y otro el ‘número cuatro’», advierten en el PPE.

Álvarez de Toledo también dice adiós a Rajoy

El caso de Cayetana Álvarez de Toledo era más evidente aún. Este martes ha publicado un artículo en el diario El Mundo, donde desarrolló parte de su carrera como periodista económica -pese a que es historiadora de formación-, en el que ya desvela sus planes. «Como es natural, no sé cuáles son los planes del presidente del Gobierno ni de todos aquéllos que pueden decidir sobre las listas electorales del PP. Pero, dado que durante los últimos siete años he sido diputada en sus filas, anoche comuniqué al presidente Rajoy mi deseo de no volver a formar parte de su candidatura». Pero lo cierto es que en Génova ya no contaban con ella.

Fiel al estilo aguirrista y aznarista -con quien se siente más cómoda- encabeza desde hace años una de las luchas internas más encarnizadas de los últimos tiempos. No se recordaban contiendas de este nivel desde el famoso congreso de Valencia de 2008, donde precisamente Aguirre y Aznar lideraron un sector crítico que intentó apartar a Rajoy de la presidencia. Y Álvarez de Toledo ha demostrado ser la heredera de ese machacón discurso. Aún no se ha postulado públicamente para ningún cargo, pero a nadie le extrañaría que su sobreexposición pública tenga alguna relación con aspiraciones personales y de cota de poder. Sucesivos artículos en la prensa y constantes apariciones en televisión y radio llevan meses poniendo de manifiesto su voluntad de liderar ese sector crítico que sólo tiene una obsesión: 'cortarle la cabeza' a Rajoy.

No tiene pelos en la lengua y, con apenas 40 años, esta conservadora de pura cepa ya ha demostrado no faltarle ambición. Desciende del II duque de Alba. Con triple nacionalidad (española, francesa y argentina), es hija de Juan Illán Álvarez de Toledo y Giraud, XII marqués de Casa Fuerte, y de Patricia Peralta-Ramos y Madero, miembro de una familia de la aristocracia argentina. Su madre desciende de uno de los asistentes a la fundación de la ciudad de Córdoba el 6 de julio de 1572, Blas de Peralta, y, a su vez, del fundador de la ciudad de Mar del Plata, Patricio Peralta Ramos. Desde 2013, tras el fallecimiento de su padre, ella es la marquesa de Casa Fuerte.

Montoro, la guinda del pastel

Un día negro para el PP, al que se une además las duras críticas que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha vertido este miércoles en una entrevista concidida a El Mundo. Es evidente que la tensión interna en Génova crece cada día que se acercan más unas elecciones generales que podrían ser demoledoras para los conservadores. «Tengo compañeros que se avergüenzan de ser del PP», ha llegado a admitir públicamente Montoro, que no le ha temblado el pulso para cargar contra algunos importantes compañeros y excompañeros, como José María Aznar, Rodrigo Rayo y José Manuel García-Margallo. La guerra está servida.

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