El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha expuesto este jueves que las concentraciones de apoyo a él ante el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) no se han hecho con voluntad de presionar a la justicia en su decisión sobre el proceso participativo del 9N, por el que está imputado.
«No es presión ni coacción a nadie. No se lo pueden tomar así. Es libertad de expresión y de manifestación de una gente que tiene unas ideas y quiere expresarlas», ha expuesto en rueda de prensa desde la Generalitat para valorar su declaración ante el juez.
El tribunal emitió un comunicado el martes que calificaba de «ataque directo» a la independencia judicial que entidades soberanistas catalanas animaran a la gente a concentrarse ante el TSJC para apoyar a los imputados por el 9N que declaraban ese día: la consellera Irene Rigau y la exvicepresidenta Joana Ortega, además del presidente, que ha declarado este jueves.
Mas asegura que no entendió el comunicado y que todos los poderes –el ejecutivo, el legislativo y el judicial– deben estar «sometidos a la crítica pública, al escrutinio» de la gente, si se quiere tener una democracia de alta calidad.
Sin embargo, ha insistido en que la concentración no tiene nada que ver con una crítica a la justicia, sino que es la expresión de mucha gente en Catalunya que «no entiende» que se haya llevado a cargos públicos ante la justicia por el 9N.
«Ha sido una expresión normal de apoyo de una gente que representan una causa, la del derecho a decidir. Esto son ideas y no imposiciones. Todo el mundo puede decir su opinión: los del 'sí' –a la independencia– y los del 'no'. Los tribunales deben acostumbrarse», ha concluido.
Satisfecho con el trato
Mas ha querido agradecer el «trato correctísimo» que ha recibido por parte del juez y de los miembros de la sala durante su declaración este jueves en el Tribunal Superior, y ha asegurado que la Generalitat siempre ha colaborado con la justicia y lo seguirá haciendo.
No ha querido hacer quinielas sobre cual será la decisión de la justicia: «Confío en el buen criterio y en la independencia de nuestro sistema judicial», y ha insistido en que el 9N es una cuestión política que debería resolverse dentro del marco de la política.
«¿Un demócrata es un delincuente?»
El presidente catalán ha insistido en que «no hay tema» porque el 9N no deben dirimirlo los jueces, y menos por la vía penal, sino que debe dirimirse por la vía política, en los parlamentos.
Mas no ha querido entrar en detalles sobre sus palabras al juez porque considera que no es el día para hacerlo, pero sí ha revelado una consideración: «He hecho notar al tribunal que tendrá que juzgar si comportarse como un demócrata equivale a actuar como un delincuente».
13 sentencias incumplidas
Mas ha alegado que no se incumplieron las sentencias del Tribunal Constitucional porque éste nunca llegó a precisar el alcance de su suspensión del proceso participativo, y ha reprochado que el Gobierno central ha incumplido «13 sentencias» del alto tribunal que dan la razón a Catalunya sobre la gestión del 0,7% del IRPF.
En el turno de preguntas de la rueda de prensa, ha insistido en que la Generalitat nunca dio instrucciones sobre el proceso participativo, ni siquiera el mismo 9 de noviembre, ya que incluso el recuento de votos lo hicieron los voluntarios: «Todo lo hicieron los voluntarios».