Triunfante, sin dejar de sonreír, vitoreado por miles de personas y arropado por decenas de esteladas. Así ha sido la entrada de Artur Mas este jueves al TSJC para declarar como imputado por organizar la consulta del 9N y desobedecer al Tribunal Constitucional. El presidente en funciones de la Generalitat ha solicitado al magistrado Joan Manuel Abril realizar una intervención antes del inicio del interrogatorio. En su discurso, de aproximadamente diez minutos, se ha dirigido directamente al juez para asumir su responsabilidad: “No hace falta que busque más, el responsable soy yo”.
De hecho, esa ha sido la tesis defendida por Mas durante toda su declaración que ha durado aproximadamente una hora y media. No se ha desviado del plan establecido por su abogado y ha aplicado la misma estrategia que sus compañeras, la consejera de Enseñanza, Irene Rigau, y la vicepresidenta, Joana Ortega, también imputadas en el caso: responder únicamente a las preguntas del juez y no contestar a las de la acusación popular –representada por Manos Limpias- y las de la Fiscalía.
Mas ha insistido en que él es el “responsable único” y promotor político de la consulta sobre la independencia celebrada el pasado 9 de noviembre de 2014 en Cataluña. Según fuentes judiciales, el presidente de la Generalitat ha definido la consulta como “proceso participativo” y ha defendido que ha sido “la iniciativa más importante de la legislatura”.
Baño de masas a la salida del juzgado
Sobre las 11.30 de la mañana, Mas ha abandonado la sede judicial. A su salida, se ha dirigido a las miles de personas que han permanecido agolpadas a las puertas del edificio para mostrarle su apoyo entre gritos de ‘president’ e ‘independencia. Entre los asistentes se encontraba la plana mayor de su ejecutivo, asociaciones independentistas, diputados de la candidatura ‘Junts Pel Sí’, miembros de la CUP y los más de 400 alcaldes que secundan el proyecto soberanista.
Ha entonado el himno catalán ‘Els segadors’ junto a miembros del Govern y durante su camino hasta su coche oficial ha saludado y abrazado a los ciudadanos presentes en la plaza del TSJC. De hecho, ha tardado más de media hora en realizar el camino de apenas 200 metros por sus continuas paradas para saludar y abrazar a los ciudadanos que han gritado cánticos como ‘president’, ‘tots som Mas’, ‘independencia’, no callareu la veu d’un poble’, ‘fora la Justicia espanyola’, ‘Mas president, Catalunya independent’ o ‘Margallo vés al psiquiatra’.
Rueda de prensa en el Palau
Tras el baño de masas, Mas se ha dirigido al Palau de la Generalitat para ofrecer una rueda de prensa ante los medios de comunicación. En su comparecencia ha arremetido contra la Fiscalía y ha dejado claro que ni siquiera la posible inhabilitación de su cargo frenará el proceso independentista. “¿Ustedes creen que esto se va a acabar porque un tribunal inhabilite a un cargo público?”, ha preguntado.
Mas ha vuelto a repetir que se declara “responsable único”, pero ha aclarado que tomó la iniciativa tras “escuchar a la ciudadanía, a un gran número de alcaldes y obedeciendo iniciativas del Parlament”. También ha recalcado que la movilización del 9N fue “un éxito por su movilización ciudadana y por su eco internacional”. “Ese éxito fue lo que provocó estas querellas. Es la rabia del éxito del 9N por parte de diferentes instituciones del Estado español”, ha añadido.
Sin embargo, a pesar de declararse “responsable único”, ha explicado que “los voluntarios del proceso fueron quienes secundaron la iniciativa”. Según Mas, la preparación del proceso se realizó “con la responsabilidad que le tocaba a la administración catalana” y ha aclarado que la Generalitat colaboraba, informaba, proveía servicios, materiales y daba explicaciones a la opinión pública”.
Mas también contempla la posibilidad de no acatar una eventual sentencia judicial que le pueda inhabilitar, aunque ha afirmado que lo decidirá dependiendo de la situación en la que esté Cataluña entonces. Preguntado sobre una posible inhabilitación, el presidente regional en funciones ha respondido: “Depende del momento en que estemos, de la situación jurídica del país”. Aunque insiste: “No hay motivos para inhabilitarme”.