«La campaña aún no está diseñada. Desconocemos cuántas caravanas va a haber». Esta ha sido la excusa tras la que se ha escondido el vicesecretario general de Comunicación, Pablo Casado, para evitar desvelar si Rajoy tiene previsto contar con la presencia del presidente de Honor del PP, José María Aznar, en la próxima campaña electoral. Este lunes, los conservadores han aprobado su comité de campaña, capitaneado por el jefe de Gabinete de Rajoy, Jorge Moragas. De hecho, el programa electoral «está muy avanzado» -ha advertido Casado-, y es «muy probable» que se emplee uno de los próximos actos de precampaña para presentarlo ya. Sin embargo, los conservadores aún no se atreven a desvelar dos de las principales incógnitas de esta campaña: ni la presencia de Aznar en la misma, ni la lista con la que se presentarán.
Hace años que la relación entre el presidente del PP y su antecesor es inexistente. El actual máximo dirigente de la fundación conservadora por excelencia (FAES) lleva mostrando públicamente desde el inicio de la legislatura su disconformidad con la nueva gestión 'popular'. No le ha gustado su tratamiento a las víctimas de ETA, tampoco su actitud frente al desafío secesionista de Cataluña, y mucho menos aún le gustó el anuncio de la subida de sueldos. Y desde entonces, los desplantes no han cesado. Plantones en presentaciones de libros, declaraciones cruzadas en entrevistas televisadas y ausencias sonadas en grandes cónclaves 'populares' han sido la tónica de esta complicada relación que podría llegar a su cénit, si de nuevo, el presidente de honor de los conservadores se vuelve a quedar fuera del nuevo plan de campaña. Pasó ya durante la última contienda europea, donde el revuelo por la ausencia de Aznar en campaña no fue pequeño. Lo intentaron solucionar durante la campaña de las municipales y autonómicas de este año, donde sí le encontraron hueco. Pero la relación se ha vuelto a enfriar. La actitud 'aleccionadora' del expresidente del Gobierno no acaba de agradar a Rajoy, y los últimos golpes no están ayudando.
Este lunes, sin ir más lejos, FAES ha vuelto a emitir un comunicado oficial para insistir en la idea con la que lleva muchos meses amenazando su presidente: si el PP no se recompone, la unión de la izquierda podría desbancarle el podio. Esta es la idea con la que Aznar inauguró su intervención en la última Convención del PP de Madrid. La que insistió durante sus mítines de campaña en mayo. Con la que ya amenazó el pasado 28 de septiembre cuando se atrevió a emitir un comunicado para valorar los demoledores resultados del PP en Cataluña. Y lo ha vuelto a hacer este lunes a través de FAES. «La grieta en el espacio electoral del centro -derecha se consolida», ha advertido la fundación en la revista Cuadernos de Pensamiento Político, que cree que «nada está decidido y todo está aún pendiente de resolverse».
Una dura advertencia a la que el PP no le ha quedado más remedio que responder. «Nosotros de cara a la próxima campaña electoral lo que queremos es sumar. Creo que la gran construcción del PP, tanto con su presidente fundador, Manuel Fraga, como con el presidente que lo refundó, José María Aznar, como con el actual presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, es crear una formación política en España en la que cualquier persona que no se identifica con la izquierda, tiene aquí su sitio, sea liberal, sea conservador o demócrata cristiano», ha zanjado Casado, que además ha aprovechado gran parte de esta intervención para insistir en que PP y Ciudadanos no comparten espectro ideológico, por mucho que quiera advertir Aznar en este sentido.
La estrategia del PP de ahora hasta el final de la campaña, para captar a ese millón de indecisos de los que hablan las encuestas, está clara: Ciudadanos no es de derechas, sino de izquierdas. Y el debate que Rivera e Iglesias protagonizaron este domingo en La Sexta le ha ayudado a apuntalar esta argumentación. «Como esto siga así, nos presentamos juntos». Esta broma que Iglesias hizo a Rivera le ha valido a Casado este lunes para arremeter contra Ciudadanos y dejar constancia de que aunque a PP y C's les unen debates como «la unidad de España» y el «respeto al sistema de la Transición», lo cierto es que hacen propuestas económicas o sociales van más dirigidas «hacia la socialdemocracia que hacia un pensamiento liberal de economía de libre mercado como es el PP». «Al PP no le inquieta la aparición de nuevas fuerzas políticas», ha asegurado Casado, pero lo cierto es que aún no está claro si los conservadores van a estar dispuestos a debatir contra ellos.
«En el PP siempre ha habido regeneración»
En lo que a la configuración de la lista 'popular' respecta, el PP sigue sin dar pistas. A mediados de noviembre concluye el plazo oficial; y todo parece apuntar que hasta entonces no se hará oficial. Los conservadores ya cuentan con 50 escaños menos, así que los puestos en la lista están apretados. Esto ha llevado a pensar en el partido que no habrá hueco para la regeneración que tanto reclama la ciudadanía. Un pensamiento del que Casado no se ha mostrado partidario. El también diputado del PP por Ávila ha recordado que «la mitad» de los Diputados que entraron en 2011 en el Congreso fueron «nuevos». «En el PP siempre ha habido regeneración», ha insistido Casado, obviando que él hoy forma parte de la cúpula gracias al batacazo que el PP se dio en las últimas elecciones autonómicas y municipales. Unos resultados que obligaron a la dirección a introducir tres caras jóvenes en la dirección: Andrea Levy, Pablo Casado y Javier Maroto. Cambios a los Rajoy se opuso en un principio, pero que no le quedaron más remedio que aceptar.
Aún así, Casado ha querido echar un capote a su líder político y recordar que la «regeneración no sólo va en las canas, sino en las ideas y en el inconformismo. Y el PP ha dado una lección en este sentido». Un ayuda que también ha extendido a su liderazgo, sobre el que ha asegurado estar más que consolidado. Tal y como publica este lunes estelladigital.es, el PP ha perdido casi 10 millones de euros en subvenciones electorales desde que Rajoy es presidente del Gobierno, pero aún así Casado ha querido insistir en que el cabeza de lista de su partido está claro. «El PP y el Gobierno están con Rajoy», ha zanjado Casado, que ha apelado a su «experiencia» para afianzarlo.