El candidato de IU a la Presidencia del Gobierno, Alberto Garzón, ve «aberrante» la actitud democrática de Podemos y Ciudadanos limitando a cuatro actores políticos el debate para las próximas elecciones generales. Esta actitud es a su juicio «todavía más sangrante» en el caso de Pablo Iglesias, quien cree que evita enfrentarse a él por «miedo» a perder votos.
«Quienes se supone que vienen a regenerar y hacer un cambio copian las miserias del bipartidismo. Nos parece sorprendente y una actitud democrática aberrante», ha reconocido Garzón en una entrevista en la que acusa a Podemos y Ciudadanos de copiar las «miserias» del viejo bipartidismo.
El joven dirigente de IU ha presentado esta semana su último libro, 'A pie de escaño', de la editorial Península, en el que repasa su experiencia como diputado durante los últimos cuatro años y la aprovecha para analizar la situación económica y política que atraviesa España.
Garzón se convirtió en 2011 en el diputado más joven del Congreso de los Diputados con una visión muy crítica del sistema y la propia Izquierda Unida y ha acabado cuatro años después como candidato de su organización al Palacio de la Moncloa y liderando el proceso de convergencia con otras formaciones, que le han llevado a integrarse en Unidad Popular (el antiguo Ahora en Común) para los comicios del 20 de diciembre.
Según sostiene, IU ha emprendido un proceso de renovación «bastante profundo» y durante los últimos meses ha resuelto «algunas contradicciones» que le impedían ser percibida como un instrumento útil para la sociedad. Esto le hace pensar en el futuro «de forma ilusionante» y confía en que la ciudadanía vuelva a confiar en su proyecto.
Garzón recuerda que Podemos surgió en este marco con un discurso de «unidad de la izquierda, programa rupturista y llegar a un proyecto común con IU, Anova o BNG». «Eso es lo que mucha gente sintió como una oportunidad para dar un salto, poder unir a la izquierda y trabajar conjuntamente», reconoce advirtiendo sin embargo de que «de eso no queda nada ahora mismo» porque Podemos «ha cerrado la puerta a la unidad popular».
En este punto reconoce que IU hizo todo lo posible por llegar a un acuerdo con el partido de Pablo Iglesias, pero fueron ellos quienes cerraron la puerta a esa oportunidad. «Podemos tiene una hoja de ruta que ha ido modificando a lo largo del camino. Es legítimo y respetuoso, pero han ido cambiando», constata.
Ahora, exige que no se excluya a IU del debate político para las próximas elecciones y alerta del riesgo de repetir los vicios del «viejo bipartidismo». Garzón cree que PP y PSOE no querían debatir con otros partidos por miedo a perder votos y ahora Ciudadanos y Podemos reproducen esa actitud. «Para una fuerza que se dice del cambio es absolutamente contradictorio», censura en referencia a Podemos.
En todo caso, Garzón cree que habrá que «repensar la izquierda» después del 20 de diciembre, ya sin el apremio de las elecciones generales. En ese proceso deberán participar, a su juicio, todos aquellos que aboguen por una izquierda rupturista, ecologista y feminista. Y Podemos tendrá que decidir si se incluye en estos conceptos.
«Todos los proyectos políticos que se vean enganchados en esos tres pilares tenemos que repensarlo para caminar hacia la unidad –explica–. Si Podemos se redefine socialdemócrata y sigue caminando hacia el centro parece que no tiene cabida en estos tres pilares».
A su juicio, esto dependerá mucho de los resultados de las próximas elecciones, en las que además del próximo inquilino del Palacio de la Moncloa avisa de que está en juego «el tipo de izquierda organizada e ideologizada que va a quedar». «En función de ese resultado tendremos unos mimbres para hacer una cesta o tendremos otros», asume.
Ahora, las encuestas dan a Podemos un resultado entre el 10% y el 15% y reflejan que esta formación ha sufrido «en mayor medida» el impacto de Ciudadanos. En todo caso, reconoce que el cambio del mapa político español durante los dos últimos años y la velocidad a la que se ha producido debe ser objeto de estudio y «llevaría a tirar los manuales de ciencia política de todas las facultades».
Al margen de las elecciones municipales, a las que Podemos no concurrió formalmente, la única experiencia de colaboración de IU con Podemos fueron las elecciones catalanas del pasado 27 de septiembre, con un resultado peor de lo esperado.
El diputado de IU reconoce que en esa campaña hubo cosas que no le gustaron —«era un escenario de plebiscito y una campaña electoral mal enfocada en los temas y en las concreciones»–, pero en todo caso cree que ambas formaciones hubieran sacado peor resultado en caso de haber concurrido por separado.
Ahora, IU mantiene abiertas las conversaciones con Podemos en Galicia y Cataluña, donde participan también otras fuerzas como Anova o ICV. Existe un preacuerdo político para una candidatura conjunta y está pendiente la negociación de los aspectos jurídicos. «Hay que dejar que sean ellos los que lo decidan con autonomía. Pero todo aquello que construya unidad popular va a ser bienvenido por nosotros», asegura.