El coordinador general de CDC, Josep Rull, ha admitido este miércoles que «querer y conseguir la independencia de Cataluña no cabe en la Constitución» pero ha asegurado que si su partido ha optado por una desconexión fuera de la Carta Magna es porque ya ha intentado, sin éxito, «todas las vías constitucionales para hacerlo posible». «Admito que querer la independencia y conseguir la independencia de Cataluña no cabe en la Constitución, esto se lo admito sin ningún matiz», ha dicho.
En declaraciones a Onda Cero recogidas, Rull ha argumentado que toda la legislatura pasada del Parlamento catalán fue precisamente eso, explorar vías dentro de la Constitución, como por ejemplo el uso del artículo 92 para hacer un referéndum consultivo.
En su opinión, Convergència buscó «todos los mecanismos dentro de la Constitución» y ha recalcado que en 1978 ésta fue respaldada mayoritariamente en Cataluña porque fue «una Constitución bien hecha que daba mucho margen».
Las leyes ''dejan de ser legítimas''
Rull ha añadido que «dentro de la Constitución» hay margen para hacer un referéndum» pero que cuando el Estado «impide el ejercicio de esta democracia» las leyes «por muy legítimas que sean», dejan de ser «en determinados casos legítimas». «Cuando a una legalidad le falta legitimidad, esta legalidad puede ser puesta en cuestión», ha explicado.
Además, ha señalado que la resolución propuesta en el Parlament se inspira en «una doctrina a nivel internacional de la Corte Suprema de Canadá» que reflexiona sobre que «por encima de la Constitución existe el principio democrático». «Es un principio fundamental y fundacional de las constituciones», ha dicho.
Según Rull, ese principio democrático «se expresa en las urnas de manera legal, legítima y muestra que hay una declaración de voluntad». «El Parlament pretende dar cumplimiento a ese mandato democrático expresado el 27S y hacer una apelación al diálogo con el Estado Español», ha resumido.
También ha alegado que «cuando se cierran absolutamente todas las puertas sólo cabe la resignación o buscar mecanismos democráticos para superar» la situación y, a su modo de ver, «cuando hay una mayoría de catalanes cada vez más amplia que no está conforme con el encaje» de Cataluña en España a estos no se les puede decir que se resignen.
Según Rull, desde el Parlamento español «no hay voluntad» en solucionar la situación en Cataluña: «Mariano Rajoy (presidente del Gobierno) dijo no quiero ni puedo, pero poder puede», ha argumentado y ha añadido que el Gobierno de España «se refugia en el Tribunal Constitucional suspendiendo prácticamente todas las normas que salen del Parlament con carácter arbitrario».
«Nos hemos encontrado la misma actitud cerrada y rotunda en todas las vías, incluso las avaladas por la Constitución como hacer un referéndum para alcanzar una salida propia de países modernos», ha explicado y ha añadido que la solución pasa por «hablar y dialogar».
Con todo, ha recalcado que tras la propuesta de resolución solamente «se inicia el proceso de creación de un estado propio». «Esta propuesta que ponemos encima de la mesa es de inicio del proceso, no de culminación del proceso», ha dicho.
«Habrá un proceso de desconexión y va a ir más allá de lo que establezca el Tribunal Constitucional y tendrá que buscar el aval de los ciudadanos por medio de una votación concreta en la que se contarán votos, no escaños», ha concluido.