Ante la inminente celebración del pleno extraordinario para aprobar la resolución independentista y de la sesión de investidura del nuevo presidente de la Generalitat, Cataluña ha vuelto a centrar toda la atención en los actos de precampaña de prácticamente todos los partidos políticos.
Varios ministros han insistido en la férrea posición del Ejecutivo, que ya tiene listas una serie de medidas para hacer frente al desafío independentista. El titular de Justicia, Rafael Catalá, ha asegurado que el Gobierno impugnará la resolución del Parlament para “el inicio del proceso de independencia” que previsiblemente se aprobará este lunes. Catalá, que se encontraba en un acto del PP en Valencia, ha argumentado que esa resolución «es contraria a la convivencia y a los principios básicos de los españoles» y espera que “el Tribunal Constitucional estime esa impugnación”.
“Pleno de la vergüenza”
Por su parte, el ministro del Interior y candidato del PP por Barcelona el 20D, Jorge Fernández Díaz, se refería a la sesión de investidura del lunes como el «pleno de la vergüenza» ya que conseguirá «levantar muros y dividir a la sociedad catalana». Fernández Díaz ha pedido al presidente de la Generalitat en funciones, Artur Mas, que «se vaya a su casa» para que deje de hacer daño a los catalanes y a su convivencia, ha explicado.
El ministro de Sanidad y presidente del PP vasco, Alfonso Alonso, cree que JxSí y la CUP «deberían hacer una reflexión sobre el disparate que van a cometer» este lunes y les ha pedido que den «marcha atrás», aunque ha insistido en que si no lo hacen, el Gobierno va a actuar «inmediatamente».
“Día preocupante”
El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, ha dicho que el lunes 9 de noviembre “es un día preocupante” porque se va a aprobar “una moción que dice que las leyes democráticas dejan de estar vigentes en Cataluña, que el Tribunal Constitucional no tiene jurisdicción sobre Cataluña y, en definitiva, que se salta la democracia y las leyes españolas». Asimismo, ha pedido al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que recurra la resolución en “el minuto uno” y que «el Constitucional tiene que suspenderla y anularla”.
Llegar “hasta donde sea”
La presidenta del Parlament de Cataluña, Carme Forcadell, cabeza visible contra la que actuará el Gobierno en caso de que se apruebe la resolución, ha asegurado que llegará «adonde sea para cumplir el mandato democrático de las urnas del 27S, porque es lo que me toca«. En una entrevista en ‘Elnacional.Cat’, Forcadell considera que la situación actual “se amenaza la democracia y la soberanía del pueblo».
Mientras Gobierno y presidenta del Parlament aluden a los límites y posibilidades jurídicas, la situación política que se plantea entre los partidos catalanes se complica de manera definitiva, especialmente para Artur Mas. El sábado la CUP rechazó investir a Artur Mas y anunció que propondrá otro candidato de Convergència, pero aún no se sabe quién. El presidente en funciones de la Generalitat aparecía en la noche del sábado en el primer acto fuera de la Generalitat o del Parlament en dos semanas y no hacía declaraciones sobre la decisión de la formación, cuyos votos necesita.
A pesar del tira y afloja para elegir presidente entre JuntsxSí y la CUP, desde esta formación aseguran que “nadie se plantea” unas nuevas elecciones. De hecho, el diputado de la CUP Benet Salellas, confía en que hasta el 9 de enero (fecha tope para investir a un presidente) «hay tanto tiempo» que encontrarán una solución. La expresidenta del Parlament, Nuria de Gispert, miembro de Demòcrates de Catalunya, ha advertido al partido que con su veto a Mas, atascarán el proceso.