El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, visita por segunda vez, en menos de una semana, el Palacio de la Moncloa. La primera fue para acordar con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, una respuesta coordinada frente al desafío secesionista. Esta última se ha producido un día después de que el Parlamento catalán aprobara la resolución rupturista, y ha sido para certificar que ambos están de acuerdo en que el siguiente paso es recurrir ante el Tribunal Constitucional el polémico texto aprobado en la Cámara catalana. De esta forma, el PSOE renuncia a interponer un recurso propio ante el Constitucional y directamente respalda la respuesta del Gobierno. Los dos grandes partidos del país lanzan así un mensaje de unidad sin fisuras a los independentistas.
«El Estado tiene la obligación de tomar todas las medidas necesarias para restaurar la democracia y la Constitución», ha insistido Sánchez. Sin embargo, no ha querido aclarar qué hará el PSOE en caso de que eso no sea suficiente. El líder de los socialistas, escudándose en que aún se trata de una «hipótesis», no ha querido aclarar cuál será la postura de su partido si el Gobierno de Rajoy le plantea la posibilidad de aplicar el artículo 155 de la Constitución, que contemplaría la suspensión de la autonomía. Sánchez se ha limitado a decir que la petición que él ha hecho al presidente del Gobierno es que «la estrategia de respuesta sea coordinada y que se rija bajo el principio de proporcionalidad».
Sánchez se ha negado a «adelantar acontecimientos». «Lo importante es que el canal de comunicación esté abierto. Nuestra voluntad es salvaguardar la Constitución», ha insistido el socialista. El PSOE tiene claro cuáles deben de ser los siguientes pasos: apoyar el recurso ante el Tribunal Constitucional que presentará Rajoy. Que éste sea «favorable». Y que los representantes del Parlamento catalán «lo acepten y lo acaten».
Los periodistas han recordado al líder del PSOE que en la resolución aprobada este lunes los independentistas advierten de que no acatarán las sentencias del TC, pero Sánchez ha insistido en que «no hay debate» sobre lo que hay que hacer ahora. «Cumplir la legalidad y las sentencias del Tribunal Constitucional», ha zanjado. Luego, ha aclarado Sánchez, tras las elecciones llegará el momento de aplicar las soluciones. «Una vez salvaguardada la legalidad democrática y el ordenamiento constitucional, entonces hay que abrir un escenario de diálogo. Estamos por tender puentes y dialogar en los cauces que reconoce la Constitución y la legalidad», ha espetado.
Reforma de la Constitución
El secretario general del PSOE no ha querido hablar de diferencias pero sí remarcar las coincidencias: unidad, legalidad y política. «Estos son los tres conceptos en los que hemos coincidido», ha insistido Sánchez, quien ha aprovechado la comparecencia de este martes para insistir en que a partir del próximo 21 de diciembre el futuro Gobierno debería de tener como «prioridad» en la agenda política la crisis catalana, a la que hay que dar una «solución política». «Con la misma contundencia y determinación que los socialistas defendemos la legalidad y la defensa de la Constitución, tenemos que resolver una crisis política», ha manifestado el socialista.
Pedro Sánchez se ha centrado en «trasladar un mensaje de confianza al conjunto de españoles y catalanes», y ha insistido en que lo importante tras las próximas elecciones generales es «garantizar un futuro de convivencia renovado». No ha querido desvelar cuál ha sido la respuesta de Rajoy a este respecto, ni tan siquiera si ha visto al líder conservador favorable a abrir este melón. «No puedo interpretar ni trasladar el posicionamiento del presidente», ha zanjado. El líder del PSOE ha dicho que su partido insistirá durante la campaña en su propuesta de reforma constitucional, pero también ha querido dejar claro que el desafío secesionista está por encima de la campaña electoral. «Me reuniré con Rajoy cuando haga falta y las veces que sea necesario», ha confirmado Sánchez.
Tras 45 minutos de reunión, el objetivo de Mariano Rajoy y Pedro Sánchez ha quedado claro: escenificar un unidad absoluta ante el desafío independentista. El secretario general del PSOE ha insistido en el mensaje gubernamental y ha advertido a los secesionistas de que su decisión «no responde al mandato de las urnas». «Cometen el error histórico de no entender que hay que avanzar unidos. Si se trata de situar a una sociedad fuera de la legalidad, ese es un camino que solo lleva a la la frustración. Esta situación se tiene que reconducir, y tenemos que actuar con unidad, legalidad y política», ha espetado el socialista.
Respecto a la postura que Podemos e IU defienden sobre la celebración de un referéndum, Sánchez ha abogado por reformar la Constitución para que luego la voten «todos los españoles en referéndum», y posteriormente reformar el Estatuto de Cataluña y que lo voten los catalanes.