El presidente de la Generalitat en funciones, Artur Mas, ha asegurado este martes que los impagos del Govern a los proveedores, especialmente a las farmacias, se deben a la gestión del Gobierno español: «Tiene la sartén por el mango y nos asfixia».
Lo ha dicho en la rueda de prensa posterior al Consell Executiu, y ha atribuido las tensiones de tesorería se a que el Gobierno central «ha impuesto objetivos de déficit para Cataluña que no son asumibles».
Como el Estado tiene la sartén por el mango –ha reiterado–, puede usar su poder cuando y como quiera: «Y ahora lo usa para castigar a Cataluña por defender democráticamente el proceso soberanista. Usan el tema del dinero para eso».
«Castiga a todos los catalanes»
Ha dicho que esta estrategia «no sólo castiga a los votantes independentistas, sino a todos los catalanes», y que el Govern la combatirá con todas sus herramientas.
«Esto no tiene precedentes en los países democráticos», ha criticado, y ha dicho que el Govern sólo podrá pagar a los proveedores si el Gobierno central acaba transfiriendo el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA).
Pero «con las nuevas e injustas condiciones, especiales para perseguir a Catalunya», Mas no sabe si finalmente Cataluña podrá recibir el FLA, que es un préstamo que debe devolverse com intereses, ha recordado.
«Si el FLA no llega como tiene que llegar, como no tenemos una maquinita de hacer dinero, no podremos pagar» porque, en última instancia, quien paga es el Estado, ha lamentado.
Según ha dicho, el FLA es un mecanismo del Estado para ejecutar su «plan de recentralización brutal, casi 'manu militari», y ha calificado de humillantes las nuevas condiciones para cobrarlo.