La muerte el 10 de junio de 1990 de Juan José Rescalvo Zafra, asesinado por transfobia, es la primera de la lista de 86 casos delitos de odio con resultado de muerte en España en estos últimos 25 años que recoge el proyecto crimenesdeodio.info, una iniciativa que trata de monitorizar los resultados más dramáticos de una violencia por la que se denuncian más de un millar de agresiones cada año, la punta del iceberg.
El proyecto ha sido presentado en Madrid este martes por sus autores, Miquel Ramos y David Bou, del Grupo de Investigación sobre Crímenes de Odio en el que colabora Movimiento contra la Intolerancia, cuyo presidente, Esteban Ibarra, ha participado en la presentación junto al catedrático Tomás Calvo Buezas.
En crimenesdeodio.info se recogen con un mapa histórico y geográfico y documental que irá evolucionando, los datos recopilados a partir del Informe Raxen sobre delitos de odio, que cada año atestigua los crímenes en este sentido y las denuncias que se han producido siguiendo las cifras oficiales.
A estos datos, incorpora nueva información sobre homicidios con móvil de racismo, xenofobia, fobia a las personas sin hogar, homofobia, violencia ultra del fútbol, y otros delitos de intolerancia criminal, que se encuadran en tiempo y ubicación y de los que el Grupo de Investigación realiza un seguimiento.
Durante la presentación, Ramos y Bou han incidido en los casos que aparecen reseñados «son sólo una parte del problema» y han puesto de manifiesto los «déficits de seguimiento mediático e institucional de más de la mitad» de ellos, pues no todos tienen el alcance del último asesinato registrado con móvil de odio, el del hincha de Riazor Blues Francisco Javier Romero Taboada, alias 'Jimmy'.
En este sentido, Kenia, hija de Lucrecia Pérez, que fue asesinada por un grupo de neonazis; y Magdalena, la hermana de Jimy Dnobele, un chico de 16 años que fue asesinado en Costa Polvoranca, han tomado la palabra para destacar la soledad institucional y social que sufren los familiares de los fallecidos.
Por último, Ibarra y Calvo Buezas han coincidido en reclamar que en la próxima legislatura se apruebe una Ley contra los delitos de odio que proteja a las víctimas y un Plan Integral contra los crímenes de odio, ante el «crecimiento de la xenofobia y la islamofobia» que, advierten, está aumentando en toda Europa.
El año pasado se registraron en España 1.285 delitos de odio, según los datos del Ministerio del Interior, de los que se desprende que los cometidos por razón de la orientación sexual de la víctima son los más repetidos (con 513 casos), seguidos de los delitos racistas (475 casos), aquellos dirigidos contra los discapacitados (199), por creencias religiosas (63 casos) y actitudes antisemitas (24 casos). Finalmente hay un 0,9% de delitos de aporofobia (odio al pobre).
Los delitos de odio se distribuyen en estas seis categorías siguiendo una clasificación internacional establecida por la Agencia Europea de Derechos Humanos, por lo que figuran como tales algunas conductas que la legislación española considera faltas. No se cuentan aún en este balance oficial los casos motivados por violencia de género.
En cuanto a la tipología delictiva, lo que más se repiten son las agresiones de tipo sexual, un total de 308 repartidas en 157 abusos sexuales, 77 agresiones sexuales y 74 agresiones sexuales con penetración. Le siguen las lesiones (179 casos), amenazas (145), vejaciones leves (84), injurias (63), actos racistas y xenófobos en el deporte (58), daños (41) y el resto (407).
Por zona geográfica, Andalucía, Cataluña, Valencia y el País Vasco son las regiones que más casos registraron el año pasado, cuando las provincias con mayor número de delitos de odio fueron, por este orden, Barcelona, Cádiz, Madrid y Sevilla, conforme los mismos datos del Ministerio del Interior.