El Pleno del Tribunal Constitucional ha anulado por unanimidad la resolución independentista impulsada en el Parlament por Junts pel Sí y la CUP para dar inicio a la ruptura con España, tras aceptar el recurso de inconstitucionalidad presentado por el Gobierno el pasado 11 de noviembre.
Con una agilidad inusitada en el órgano de garantías, el asunto fue introducido ayer en el Pleno, el primero de carácter ordinario que celebra el tribunal tras recibir el pasado viernes las alegaciones del propio Parlament, que defiende que la resolución impugnada por la Abogacía del Estado es un «acto parlamentario de naturaleza estrictamente política», por lo que no tiene los elementos necesarios para ser valorada por el TC.
La resolución sobre el fondo del asunto se produce apenas unas semanas después de que, el pasado 11 de noviembre, el TC admitiera a trámite la impugnación del Gobierno y suspendiera de forma cautelar la vigencia de la resolución.
En ese auto, el TC dio un plazo para la presentación de alegaciones y advirtió además a la presidenta del Parlamento de Cataluña, Carme Forcadell; al presidente en funciones, Artur Mas, y a otros 19 altos cargos de Cataluña de que pueden incurrir en responsabilidades, incluso de carácter penal, si incumplían su auto de suspensión. Desde entonces no se habían producido actos de incumplimiento de esta orden.
En la sentencia que se dictará ahora, el Tribunal Constitucional deberá contestar a los argumentos de los servicios jurídicos del Parlamento de Cataluña, que defendían que la resolución fue adoptada «en el ejercicio de la función del impulso de la acción política y de gobierno» y sólo puede ser valorada en ese contexto.
Aún quedan pendientes de resolver los recursos de amparo presentados por PP, C's y PSOE en el Parlament contra la forma en que se tramitó la resolución, un asunto que no ha merecido la misma premura para los magistrados del TC, que consideran que no tiene el mismo carácter prioritario.
Reacción del Gobierno
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha valorado este miércoles el fallo del Constitucional y cree que da por zanjada la cuestión y manifiesta su confianza en que todas las instituciones catalanas acatarán la resolución.
«'Roma locuta, causa finita', es decir, el Tribunal Constitucional ha hablado, causa finalizada», ha manifestado el ministro ante los medios tras un acto de entrega de premios de la Guardia Civil.
A su juicio, el fallo del TC muestra que «aquella declaración era radical y absolutamente inconstitucional» y que suponía «una desconexión de España, de la ley, del sentido común y de la civilización».
«No tengo ninguna duda de que esta resolución será acatada y respetada en todos sus términos por todas las instituciones concernientes», ha añadido el ministro al tiempo que ha mostrado su deseo en que el recurso que presentó el Gobierno ante el TC sea «la primera y última decisión» que haya que adoptar en este asunto.
Por último ha calificado de «patética» la situación actual del presidente de la Generalitat, Artur Mas, y le ha pedido que se marche «a su casa por el bien de todos los catalanes».