Las abogadas de Ester Quintana han pedido nueve años de cárcel para el subinspector y también para el escopetero de los Mossos d'Esquadra acusados por el presunto disparo de una pelota de goma que la dejó sin un ojo durante la huelga general del 14 de noviembre de 2012.
En un escrito presentado este miércoles ante la Audiencia de Barcelona, les acusan de un delito de lesiones con pérdida de miembro principal y piden una pena muy superior a los dos años de prisión demandados por la Fiscalía; también solicitan la inhabilitación de los agentes durante el tiempo que dure la condena.
La Fiscalía consideró probado que el subinspector ordenó al agente que disparara pelotas de goma, aunque el contexto «no requería en modo alguno el disparo de pelotas de goma y podían servirse de otros medios menos lesivos».
En la misma línea, la acusación considera que el subinspector ordenó al escopetero que disparase hacia la dirección donde estaba Quintana -Paseo de Gràcia- con otros tres viandantes «a pesar de saber que era un despropósito»: no había ningún altercado ni situación de riesgo, sino tan solo viandantes dispersos marchando de la zona, argumentan.
Disparos sin orden
El subinspector dio la orden sabiendo que generaba un peligro vital real y asumiendo «el peligro que incluía la previsible pérdida de ojo» de alguna persona y, además, lo hizo sabiendo que el director de los Mossos no había dictado una orden que permitiese el uso de las pelotas de goma, según la acusación.
El escopetero obedeció pese a que la normativa policial ampara a los agentes a desobedecer las órdenes de sus superiores cuando son antirreglamentarias o delictivas: «Pudiendo no hacerlo, optó por disparar», concluyen las letradas Laia Serra y Carla Vall.
De cara al juicio, la acusación pide que, además del interrogatorio a los dos acusados, que el tribunal cite a declarar a la afectada y a varios agentes de los antidisturbios (Brimo) de los Mossos como testigos.