Frente a la opinión de la OCDE, Comisiones Obreras (CCOO) recuerda que en 2014 la edad media de acceso a la jubilación en España superó los 64 años (63,88 años en el caso de los hombres y 64,61 años en el de las mujeres), según las estadísticas del propio Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Unas cifras que quedan lejos de las publicadas por la organización que representa al club países más ricos, que establecía esta referencia en 62,2 años en el caso de los hombres y 63,1 en el de las mujeres.
España, recuerda el sindicato, presenta una de las edades medias de jubilación más elevadas en Europa. Por otra parte, quienes acceden a las prejubilaciones presentan carreras de cotización muy largas (siempre iguales o superiores a los 30, 33 y hasta 35 años), y asumen una reducción importante en la cuantía de su pensión por tal adelanto (que oscila entre el 6% y el 8% por cada año de anticipo), o bien han desempeñado su trabajo en tareas especialmente penosas, tóxicas o peligrosas (como los mineros, trabajadores del mar, bomberos, etc.) que según la central justifican «sobradamente» su retiro anticipado.
CCOO afirma que han sido los recortes producidos a partir de la reforma laboral de 2012 en el subsidio de desempleo de mayores de 55 años (que conlleva cotización a los efectos de la jubilación) los que están empujando a un número creciente de parados de larga duración a una situación que cabría ser descrita como de jubilación anticipada “forzosa”.
Desde que se aprobaran los recortes en la prestación por desempleo, el número de personas que han podido acceder a este subsidio se ha reducido casi a la mitad, según datos del propio Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). En concreto, en 2013 y 2014 el número medio de nuevas altas en este subsidio ha rondado los 63.000 anuales, un 47% menos que las cerca de 120.000 nuevas altas que se venían produciendo con carácter habitual en los años que precedieron a los recortes.
La situación a la que se ven abocados estos desempleados de larga duración de edad avanzada, insiste CCOO, es tener que recurrir a la jubilación anticipada en la primera fecha posible para hacerlo. No es, por tanto, extraño el dato que ofrece la propia Seguridad Social, que indica que en el último año las jubilaciones anticipadas a partir de la primera edad posible de jubilación (61 años) han crecido un 12%, mientras que se reducen o muestran menores crecimientos de esta edad en adelante.
Según explican fuentes sindicales, estas cifras sugieren la pertinencia de abrir una reflexión sobre la necesidad de mejorar la protección social por desempleo de los parados de larga duración, por el efecto que la actual desprotección que sufren tiene tanto en sus respectivas pensiones como sobre el conjunto de los sistemas de Seguridad Social.