“Tortura los números y te dirán lo que quieres”, fue una de las citas más desafortunadas que se escucharon el debate (que decían decisivo). Desafortunada, en primer lugar, porque Pablo Iglesias, líder de Podemos, se la atribuyó a Winston Churchill cuando en realidad es una cita de Gregg Easterbrook que ha utilizado en alguna ocasión en su columna sobre fútbol américano, ‘Tuesday Morning Quaterback’, en ESPN. En segundo lugar, porque en varios momentos del debate se dedico a decir ‘lo que quería’ sin tener que torturar los números.
Iglesias comenzó su recital en el debate, las principales encuestas de los grandes diarios le dan como ganador, inventándose una multinacional: “House Water Watch Wooper”. En realidad, hacía referencia a la consultora PricewaterhouseCooper (PwC) donde han contado con la participación del expresidente balear Jaume Matas o el ministro de Economía, Luis de Guindos. También quiso inventarse un referéndum de autodeterminación en Andalucía en 1977, quizás para justificar sus ideas sobre Cataluña, aunque en realidad el único referéndum que hubo fue para aprobar el Estatuto de Autonomía.
Deslices aparte, Iglesias si fue capaz de retorcer los números para encaminar su discurso hacía sus intereses. El primer caso, fue el de multiplicar por cuatro el actual crecimiento de la ciudad de Barcelona hasta situarlo en el 7%(según datos del propio ayuntamiento crece al 1,5% aproximadamente), por la gran gestión de Ada Colau. También aseguró que un trabajador que cobra 60.000 euros al año, paga lo mismo que uno que cobra 300.000, a Iglesias se le olvidó añadir que pagan lo mismo si se omiten 102.000 euros. En realidad, el trabajador con un salario de 60.000 euros está obligado a pagar cerca del 30% en impuestos (18.000 euros), mientras que el trabajador de 300.000 euros paga un 40% (120.000 euros).
Falso victimismo
Quizás el mayor ‘ataque’ a los espectadores fue en el momento en el que Iglesias se puso a si mismo como ejemplo de trabajador que ha sufrido la crisis. En su último trabajo como diputado en el Parlamento europeo, dónde cobraba 6.250,37 euros mensuales dónde ya está en la élite salarial en España. Pero antes de salir elegido, Pablo Iglesias se situaba entre el 10% con mayor salario de España.
En 2013 cobró cerca de 70.000 euros brutos, según los datos ofrecidos por él mismo en su portal de transparencia. En concepto de profesor interino cobró cerca de 20.000 euros, mientras que como autónomo la cifra se incrementaba en otros 50.000 euros (no especificó los trabajos tan sólo la cifra total). En total, 70.000 menos el pago por retenciones que cifró en algo menos de 20.000 euros. Es decir, unos 50.000 euros netos que dan un salario superior a 4.250 euros.
Iglesias se puso a si mismo de ejemplo, pese a estar en 2013 (en 2014 aún más) entre las 4.000 personas con mayor salario de España. Además, para la propia estimación de Podemos Iglesias podría considerarse ya en 2013 de la clase rica de España porque estaba por encima de los 50.000 euros netos al año.
Mantra del IVA de lujo
Subir el IVA a los productos de lujo, es una reivindicación que Iglesias ha realizado no solo en el debate sino a lo largo de la campaña, al igual que otros partidos de izquierdas como Unidad Popular. Lo que no han querido decir estos partidos es que se trata de una misión imposible porque Europa lo prohíbe.
En España, los artículos de lujo tenían un gravamen superior al resto situado en el 33%, muy por encima de lo que propone Podemos, un 25%. Pero en 1993, el gobierno se vio obligado a reducirlo porque la legislación europea no permite la aplicación de tipos incrementados.