La corrupción formará parte del arsenal que el candidato del PSOE a la Presidencia, Pedro Sánchez, ha preparado para atacar al candidato conservador, Mariano Rajoy, en su 'cara a cara' de este lunes. El Partido Popular ha hecho todo lo posible por ir con los deberes hechos en esta materia y facilitar a su presidente ese mantra al que tan acostumbrado tiene a la opinión pública: «mi partido ya ha apartado a todos los implicados en estos asuntos». Pero no lo ha conseguido. Rajoy, que apartó 'in extremis' de su candidatura a la atleta palentina, Marta Domínguez, condenada por dopaje, llegará al debate de este lunes con una mancha en su lista: el 'número dos' por Segovia, Pedro Gómez de la Serna.
Los 'populares' desayunaron la semana pasada con un nueva bomba. El Embajador en la India, Gustavo de Arístegui y el diputado Gómez de la Serna fueron denunciados por un antiguo colaborador, acusados de ejercer como intermediarios para conseguir contratos en el exterior para empresas españolas, a cambio de comisiones. El primero ya ha sido eliminado del mapa, aunque el Gobierno lo haya intentado vestir de dimisión. Pero con el segundo, el PP no puede hacer más de lo que ha hecho: abrirle un expediente disciplinario y apartarle de la campaña.
Los conservadores vuelven a revivir con Gómez de la Serna la pesadilla que ya le tocó vivir en las pasadas elecciones municipales y autonómicas con el que fuera presidente de la Diputación de Valencia y alcalde de Xátiva, Alfonso Rus. En plena campaña electoral se hicieron públicas unas grabaciones en las que se podía escuchar al 'popular' contando billetes en un coche: «Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez, once. 3.000, 4.000, 5.000, 6.000, 7.000, 8.000, 9.000, 10.000, 11.000, 12.000 euros, dos millones de pelas». La grabación, sacada a la luz por la Cadena Ser, pillaba en 2006 a Rus y a Marcos Benavent, exgerente de una empresa de la Diputación, contando los beneficios de una supuesta comisión cobrada a un constructor.
Entonces, el PP hizo lo mismo que en esta ocasión: le abrieron un expediente informativo con intención de expulsarle del partido. Pero no pudieron hacer lo que requería el momento, que era apartarle de su lista, puesto que ésta ya había sido presentada formalmente ante la Junta Electoral. La única posibilidad era que Rus decidiera de motu proprio abandonar su candidatura. Los conservadores presionaron todo lo posible para que así fuera, pero no lo consiguieron. Rus se presentó a las elecciones del 24 de mayo y perdió la mayoría absoluta. Once días después envió un escrito a la Junta Electoral de Zona para anunciar que dejaba su acta de concejal.
Nueve meses después de esta guerra, los conservadores se vuelven a ver en una situación similar. Mariano Rajoy no puede deshacerse de Gómez de la Serna. Cuando se hicieron públicas las denuncias, el presidente del Gobierno optó por salir en su defensa. «Él es diputado pero el Congreso le permite compatibilizarlo con el ejercicio de su profesión y lo ha hecho. Él no ve nada ilegal ahí y por tanto yo le creo», comentó en una entrevista en Los Desayunos de TVE. Un fallo de cálculo en vista de la reacción posterior de su formación, que decidió abrir el proceso para expulsarle de la formación. Hoy, el PP se ve con las manos atadas y no le ha quedado más remedio que pasar a la acción.
Dirigentes del PP piden su renuncia
Múltiples cargos 'populares' ya han pedido la dimisión de Gómez de la Serna, pero está en su mano aguantar o no la presión. La premisa que defienden en el PP es la misma: «Aunque lo que haya hecho sea legal…». Hace dos días, la dirección del PP de Segovia pidió al diputado que renunciara a su candidatura. Y este lunes, varios dirigentes se han sumado a la petición.
El presidente del Congreso, Jesús Posada, ha sido uno de los primeros en reaccionar. «El responsable de quedarse o no en la candidatura es él y yo, desde luego, le recomendaría que lo dejara», ha insistido Posada, quien ha dicho estar «convencido» de que Gómez de la Serna «se siente inocente», aunque ha avisado de que al mantenerse en la lista, «sin poder hacer propaganda electoral porque está suspendido por el partido, más bien perjudica» al PP.
«Nosotros hemos hecho lo que teníamos que hacer, la decisión personal de cada uno ha sido distinta, también la situación de cada uno es distinta, uno depende del Gobierno de España, y otro, una vez proclamadas las candidaturas, es dueño de su propia candidatura». Esta es la opinión mostrada por la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, quien ha aprovechado una entrevista en Onda Cero para afear la actitud del diputado. «Uno (en referencia a Gustavo de Arístegui) ha presentado su dimisión como embajador para no perjudicar al partido que le nombró y del cual es militante, y el otro ha anunciado la presentación de una querella ante la Fiscalía Anticorrupción, porque alega que se han manipulado esas informaciones que le pueden atribuir la comisión de algún hecho ilícito».
La presidenta del Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, también ha opinado a este respecto: «Ya está tardando en renunciar a su puesto en esa lista porque con su actividad está perjudicando gravemente la candidatura popular en Segovia». «Yo le pediría que renunciara a su candidatura y dejara paso a la siguiente persona por el bien de la candidatura del PP en Segovia, y en España», ha insistido la 'popular' que ha dicho que la actividad de De la Serna «aun siendo legal», sí «cruza la frontera entre lo legal y lo ético».
Batalla a la que también se ha sumado la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría: «él tiene que saber cual ha sido su actuación y actuar en consecuencia».