La estación del SIVE (Sistema Integrado de Vigilancia Exterior) de Conil se encuentra fuera de servicio tras ser atacada el pasado sábado 12 de diciembre por un vehículo cargado de bidones de gasolina. Aunque la Comandancia de la Guardia Civil en Cádiz no ha querido hacer declaraciones, si lo ha hecho Javier de Torre, el subdelegado de gobierno en Cádiz, que ha apuntado a los narcotraficantes como «principales sospechosos».
El sabotaje ocurrió pasadas las 23.00 horas de la noche del pasado sábado 12 de diciembre cuando contra la estación, uno de los puntos de vigilancia contra el narcotráfico y la inmigración ilegal de la costa de Cádiz, se estrelló el todoterreno blanco cargado con bidones de gasolina. El conductor, al que todavía no se ha podido identificar, empotró el vehículo marcha atrás para así poder escapar antes de verse envuelto en llamas.
Hay que reseñar que el SIVE dispone de estas estaciones sensoras que detectan embarcaciones a larga distancia. Las estaciones están equipadas con un radar que detecta las embarcaciones a 10 kilómetros de distancia y transmite la señal a varios monitores de televisión; una cámara de vídeo de gran alcance diurno, con imagen de detalle e intensificadores de luz que permiten tomar imágenes en baja luminosidad y una cámara de infrarrojos que permite la visión nocturna y diurna.
Javier de Torre, subdelegado de Gobierno, ha declarado que la Guardia Civil «ya ha comenzado la investigación para esclarecer los hechos» y ha aprovechado para señalar que el punto en cuestión no está «desprotegido», porque en el lugar ya se encuentra «una unidad del Instituto Armado con un sistema móvil de vigilancia».
El subdelegado también ha explicado que todo apunta «principalmente» a que el ataque es obra de narcotraficantes «que pretenden inutilizar al ojo del estrecho» para deshacerse de «un punto de vigilancia», aunque ha asegurado que «no lo van a conseguir». Javier de Torre ha desvelado que la estación ya había sufrido «pequeños sabotajes» anteriormente. Por último, ha lamentado el «perjuicio económico» que ésto supone para las arcas del Estado». Aún no se ha hecho una valoración económica de los daños, pero según apunta el Diario de Cádiz, el coste de su reparación podría superar el millón de euros, ya que eso fue lo que costó volver a poner en marcha una estación similar destruida de forma similar en Málaga en 2010.
Las instalaciones de vigilancia del estrecho se encuentran desprotegidas a pesar del nivel 4 de alerta antiterrorista y no cuentan permanentemente con una unidad móvil de la Guardia Civil cerca para vigilar el buen estado de la estación. Aunque en este sentido la Comandancia de la Guardia Civil en Cádiz «no quiere» hacer declaraciones.