La Fundación Oso Pardo (FOP) ha plantado un total de 110.845 árboles en León, Palencia, Asturias y Cantabria, los cuales servirán de alimento al oso pardo y permitirá mejorar la conectividad en el conocido como corredor interpoblacional, que se encuentra entre la población osera oriental y occidental, según ha informado la entidad.
Las plantaciones se han realizado con especies autóctonas productoras de frutos para el oso como son: el cerezo (Prunus avium), mostajo (Sorbus aria), serbal (Sorbus aucuparia), manzano silvestre (Malus sylvestris), niso (Prunus insititia), arraclán (Frangula alnus), castaño (Castanea sativa), pudio (Rhamnus alpina) y, en menor medida, con el objeto de favorecer la cobertura en suelos muy pobres, se han plantado algunos miles de abedules (Betula alba).
Todas las semillas han sido recogidas por miembros de la FOP y voluntarios procedentes de la región donde se han hecho las plantaciones, o de regiones compatibles, de manera que preserven las variedades de cada especie en cada zona y con ello se maximice el éxito de la plantación y su idoneidad ecológica.
Gracias a estas plantaciones, junto con la reducción de la mortalidad por causas humanas y la buena percepción social de la especie, la población de osos ha ido aumentando en los últimos años, situándose en la actualidad en torno a los 230 ejemplares en la zona cantábrica.
Una gran parte de las plantaciones se han realizado bajo el marco de dos proyectos: 'LIFE+ Corredores Oso' y 'LIFE+ Desfragmentación Oso', financiados en un 75% por la Comisión Europea y cofinanciados por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, la Fundación Biodiversidad y la Junta de Castilla y León.
Por otro lado, también han sido financiadoras de las plantaciones empresas como Acciona, Fundación Banco Santander, Gas Natural Fenosa y Fundación ACS. En el caso de los programas PROVOCA de Cantabria, el Gobierno de esta Comunidad Autónoma ha sido su financiador. Además, se ha contado con la especial colaboración de voluntarios procedentes del Vivero Escuela Río Guadarrama (Madrid) y de la Escuela Taller Ciuden Vivero (León), dependientes del Organismo Autónomo Parques Nacionales.
Aparte de los beneficios ambientales vinculados a la conservación del oso pardo y a la captura de carbono, las plantaciones han supuesto pequeños empujes para las economías locales, ya que para los trabajos de reforestación se ha contratado a desempleados, vecinos o empresas locales.
Por otro lado, para ayudar en las actividades, ha sido fundamental el papel de los voluntarios, provenientes de distintas comunidades autónomas.