No alcanzaban las siete de la tarde cuando un joven, de 17 años, impactaba un fuerte puñetazo en el rostro del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. El agresor, identificado como Andrés V., al ser detenido por la policía exclamó: “Estoy muy contento de haberlo hecho”, según fuentes policiales. El detenido, que carece de antecedentes ha sido conducido a comisaría para ser interrogado y, eventualmente, pasar a disposición policial.
El agresor ahora se enfrenta a una pena por atentado contra la autoridad, por un delito grave. El menor queda a disposición del juez, que será el encargado de determinar la pena a la que se enfrente, ya que se trata de un menor de edad. Fuentes jurídicas consultadas por Estrella Digital señalan que el joven podría enfrentarse a una pena de internamiento en régimen cerrado, aunque no han precisado la duración del castigo, que quedará en manos del juez.
Las fuentes consultadas explican se trata de un delito de atentado contra la autoridad, ya que cumple con los requisitos objetivos y subjetivos: Con respecto a los primeros, el carácter de autoridad en el sujeto pasivo (en este caso está claro, por tratarse del presidente del Gobierno), según se define en el art. 24 del Código Penal. En segundo lugar, que el sujeto pasivo (Rajoy) se halle en el ejercicio de las funciones de su cargo. Por último, que el acto constituido sea con el empleo de la fuerza.
En cuanto a los elementos subjetivos a los que se refiere la ley, también cumpliría con los dos requisitos necesarios: que el sujeto activo (el agresor) tuviera conocimiento del cargo del agredido y que constituya un acto de dolo, es decir, que hubiera intención expresa de hacer daño. En este caso no hay duda, pues no sólo preparó a conciencia la agresión, situándose al lado del jefe del Ejecutivo y esperando al mejor momento para atacarle, sino que después, tras ser reducido por la escolta y detenido por la policía, el joven celebró en público su conducta.