“Hemos ganado. Dijimos que seríamos la primera fuerza en Cataluña y lo hemos conseguido”. La frase de Xavier Doménech, cabeza de lista de En Comú Podem, la marca de Podemos en la comunidad catalana, sintetiza a las claras lo ocurrido en este territorio. Cataluña es, junto con el País Vasco y Galicia, la comunidad autónoma donde la formación morada irrumpe con más fuerza en términos de escaños y de influencia en estas elecciones generales. Y lo hace a costa de los partidos nacionalistas tradicionales, que pierden peso político y un tercio de sus escaños en el Congreso de los Diputados.
En Comú Podem gana las elecciones en Cataluña y obtiene 12 escaños y casi el 25% de los votos. Esta formación, un conglomerado de partidos integrado por Podemos, BComú, Equo, ICV y EUiA, se presentó a las elecciones con el lema ‘El cambi nos Atura’ (El cambio no se detiene). Su triunfo ha tenido como eje principal la provincia de Barcelona, la más poblada de Cataluña y donde ha logrado 9 escaños, llevada en volandas por el efecto Ada Colau, que en mayo pasado venció en las elecciones municipales y se hizo con la alcaldía de la capital. “Orgullo”, fue la palabra más repetida esta noche por Colau tras conocerse los resultados.
La marca catalana del partido de Pablo Iglesias se sitúa, en términos de votos y de escaños, muy por delante de la segunda fuerza, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), que obtiene 9 asientos en la Cámara Baja y el 16% de los sufragios. ERC es la otra gran triunfadora de la noche, pues triplica su representación con respecto de 2011, cuando logro 3 diputados.
Detrás figuran el PSC y Democracia y Libertad, el partido del presidente de la Generalitat en funciones, Artur Mas. Ambas formaciones obtuvieron 8 escaños y más del 15% de los sufragios, si bien los socialistas superan por unas pocas centésimas a los nacionalistas. El PSC experimentó una fuerte debacle respecto de las anteriores generales, cuando consiguió 14 asientos en el Congreso. Ciudadanos, un partido nacido en Cataluña en la década pasada y que no obtuvo ni un representante en las generales de 2011, es la quinta fuerza con 5 diputados y el 13% de los votos. El PP ocupa el sexto puesto con igual número de escaños y el 11% de los apoyos. ICV-EUiA, que logró 3 diputados en 2011, desaparece de este listado diluida en la sopa de letras que conforma En Comú Podem.
El partido morado también ganó en Tarragona, donde logró un diputado y más del 20% de los sufragios, por delante del PSC, que consiguió el 17%. Asimismo, fue tercera fuerza en Girona y Lleida, al lograr un escaño por cada una de las dos provincias, por detrás de Democracia y Libertad y ERC. Logró así obtener representación en todas las demarcaciones catalanas.
Órdago nacionalista
En Comú Podem vence en Cataluña después de una legislatura tensa y crispada en lo político a causa del órdago independentista lanzado por el presidente –hoy en funciones- de la Generalitat, Artur Mas. Un desafío que, en el plano autonómico, ha dejado un escenario ingobernable, ha provocado un trasvase de electores hacia los partidos más radicales del espectro político y ha fracturado en dos mitades a la otrora todopoderosa CiU. Su escisión ha dejado a Unió sin representación y a su más ilustre diputado en Madrid, José Antoni Durán y Lleida, sin escaño en el Congreso de los Diputados.
La coalición Democracia y Libertad de Artur Mas pasa de ser primera a cuarta fuerza política y se queda con 8 escaños, frente a los 16 que logró en 2011 en conjuntamente con Unió. En el total de España, se sitúa como la octava fuerza política, frente al tercer puesto que logró en 2011.
El conjunto de fuerzas nacionalistas e independentistas suman en estos comicios 26 escaños, lo que supone un tercio menos que en 2011. No obstante, la complicada aritmética parlamentaria que emerge de estas elecciones les reserva aún un papel importante en la futura formación de las mayorías.