Al grito de «asesinato social» y «suicidio inducido por el bulling». Estos han sido los calificativos más repetidos entre las 150 personas que se han concentrado este domingo en la plaza de Sant Jaume de Barcelona para mostrar su estupor y su indignación por la muerte de Alan, un chico transexual de 17 años que no pudo soportar más el acoso escolar al que estaba sometido y acabó quitándose la vida en Nochebuena.
Convocados por la asociación Chrysallis, que agrupa a familias de menores transexuales, los manifestantes han reclamado a los poderes públicos, a las administraciones educativas y sanitarias, a los encargados de los registros civiles, a los grupos parlamentarios y partidos políticos, y en general a toda la sociedad «que se proteja a los menores transexuales, haciendo que se reconozca y respete su identidad sexual, y que se ataje la transfobia en todos los ámbitos».
Durante la manifestación, el presidente de Chrysallis en Cataluña, David Tello, ha leído un manifiesto de condena por esta muerte, que ha calificado como «un asesinato social» y un suicidio inducido por el 'bulling'. Además, ha recordado que estas navidades iban a ser las primeras que Alan celebraba con su nuevo DNI, con cambio de nombre. «Ha resultado trágicamente ser la última», ha lamentado David Tello.
«Entre todos lo mataron», ha subrayado tras explicar que Alan sufrió mucho rechazo a lo largo de su vida. «Lo ocurrido no es responsabilidad de una sola persona, sino que cada día, durante años, alguien se ocupó de que supiera que su diversidad no era aceptada», ha señalado.
Tello ha explicado que las personas transexuales y sus familiares sufren a diario actos de microviolencia social e institucional, que se acumulan durante años y que en ocasiones, como el caso de Alan, y se convierten en una carga insoportable para seguir viviendo. Ante esta situación, el presidente de Chrysallis en Cataluña exige medidas para eliminar de una vez la lacra de la transfobia en las aulas y en el resto de espacios sociales.
La concentración de este domingo ha contado también con el apoyo del Observatorio contra la Homofobia y el Frente de Liberación Gay de Cataluña (FAGC), el presidente de Chrysallis en Cataluña, David Tello, ha leído un manifiesto de repulsa.