El secretario general de UDC, Ramon Espadaler, ha asegurado este lunes que es un «auténtico desastre» una posible nueva convocatoria de elecciones autonómicas en Cataluña, a las que el partido se presentará, y ha lamentado el «precio carísimo del frentismo que algunos se han dedicado a sembrar durante mucho tiempo».
En declaraciones a los medios tras reunir la permanente del comité de gobierno del partido tras la decisión de la CUP de no apoyar la investidura de Artur Mas, Espadaler ha dicho: «Lamentamos profundamente la posición en la que han situado (a Cataluña) Artur Mas y CDC desde esta posición frentista».
Espadaler ha lamentado los costes carísimos, como la ruptura de la simetría variable existente hasta ahora, y el hecho de que CDC «no tiene posibilidad de entablar diálogo para formar un gobierno estable con ninguna otra formación política que no sea la CUP».
Ha insistido en que las consecuencias no son gratis, dejando en las páginas de la historia episodios negros como la resolución «absolutamente lamentable» del 9N que a su juicio situó a Catalunya prácticamente fuera de Europa y al margen del Estado de Derecho.
Para Espadaler, unas nuevas elecciones son una mala noticia porque se han convocado cuatro comicios en cinco años y medio, y esto no genera estabilidad: «Catalunya no se merece una posición como ésta».
Situación paradójica
«Era paradójico pretender estabilizar un gobierno y un sistema con una fuerza antisistemna. No ha representado una sorpresa particular que la CUP dijera ayer lo que dijo en toda la campaña electoral», ha afirmado.
Ante un nuevo escenario electoral, Espadaler ha dicho que Unió se presentará como fuerza instalada en el catalanismo político con el propósito de generar gobiernos estables».
Espadaler, que ha dicho estar en disposición de presentarse aunque no es una decisión que le corresponda, ha defendido que UDC es partido nítidamente nacionalista, catalanista e instalado en el derecho a decidir pero no rupturista».
Su propuesta electoral será «posibilista, razonable» y comprenderá la existencia de un sentimiento independentista enraizado pero no mayoritario, a la vez que abogará por el respeto a la legalidad.