El Partido Popular ya tiene una nueva guerra: impedir que Podemos y sus distintas marcas autonómicas formen grupos parlamentarios propios, tal y como pretende Pablo Iglesias. Según explicó el líder de la formación morada el día después de las elecciones generales, que haya en el Congreso cuatro grupos independientes en lugar de uno es «absolutamente fundamental» para representar la «diversidad» de España. Esto supondría para la formación morada más minutos de intervención parlamentaria, y el PP no está dispuesto a aceptarlo.
Podemos logró 69 escaños en las elecciones generales celebradas el 20 de diciembre gracias a las candidaturas de confluencia que selló con fuerzas regionales en Cataluña, Galicia y la Comunidad Valenciana. De hecho, fueron estos partidos los que permitieron a la formación morada pasar de los 42 diputados que logró por sí solo a los 69 finales gracias a los 12 de En Comú Podem, los 9 de Compromís-Podemos y los 6 de En Marea Podemos.
La idea de Pablo Iglesias es constituir cuatro grupos parlamentario distintos. De hecho, el Reglamento del Congreso aclara que podrán formar grupo parlamentario los diputados de una o varias formaciones políticas que, aun sin reunir el mínimo exigido de 15 diputados, hubieran obtenido un número de escaños no inferior a cinco y, al menos, el 15% de los votos correspondientes a las circunscripciones en que hubiesen presentado candidatura o el 5% de los emitidos en el conjunto de la nación.
Estos requisitos los cumplen las cuatro formaciones. Sin embargo, los 'populares' se acogen para descartar esta opción a una parte del Reglamento en la que se establece que «en ningún caso pueden constituir Grupo Parlamentario separado diputados que pertenezcan a un mismo partido» ni «diputados que, al tiempo de las elecciones, pertenecieran a formaciones políticas que no se hayan enfrentado ante el electorado». Según fuentes del PP, este aspecto haría imposible la constitución de grupos parlamentarios propios.
Es evidente que la aplicación estricta del Reglamento impediría que Podemos cumpla con su pretensión, pero lo cierto es que el Tribunal Constitucional siempre ha dejado este tipo de decisiones en manos de la Mesa de la Cámara. Esto significa que la configuración que se haga el próximo miércoles de la Mesa será clave. De hecho, esta negociación liderará las conversaciones que se produzcan durante los próximos días entre el PP, el PSOE y Podemos para decidir al próximo presidente de la cámara baja.
Por el momento, el portavoz parlamentario del PSOE, Antonio Hernando, ha señalado este martes que su partido está estudiando la posibilidad de que Podemos cuente con voz en cuatro grupos parlamentarios porque, según ha admitido, «hay muchos problemas reglamentarios» y cuestiones de «interpretación y jurisprudenciales». «En todo caso, todavía no hemos tomado ninguna decisión», ha remarcado.