Sólo ha pasado un día desde que Francisco Caletrio dejara su cargo como inspector jefe, y las teorías y las especulaciones sobre un posible cese por razones políticas ya han comenzado a correr por los despachos de los sindicatos del cuerpo local. El Ayuntamiento argumenta que la incompatibilidad de su asistencia al curso de subinspector con el desempeño de sus funciones como Inspector Jefe es el motivo principal para que se produjera su cese. Hasta aquí la versión oficial. Pero la realidad, para los sindicatos, es que el Ayuntamiento “miente” y que detrás de está decisión se “esconde una mera cuestión ideológica”, según palabras de César Francisco, portavoz del CEM (Colectivo de Emergencias de Madrid).
Pero el CEM no es la única central que se atreve a afirmar que la argumentación para cesar a Caletrio es falsa. De hecho, El CSIT (Coalición Sindical Independiente de Trabajadores-Unión Profesional) y el CPPM (Colectivo Profesional de Policía Municipal), dos de los mayores grupos sindicales dentro de la Policía Municipal, “no entienden” el cese porque la realización del curso es “totalmente compatible” con el cargo de inspector jefe. “Si de verdad quisieran mantenerle en el cargo, lo harían. El cursillo sólo dura tres meses y podría delegar su cargo durante ese periodo en el siguiente en el escalafón. Sería la misma situación que se vive en vacaciones o en los días libres de cualquier inspector jefe”, corrobora el portavoz del CEM. El único colectivo que defiende la teoría del Ayuntamiento es UGT, precisamente la central de la que era miembro Francisco Caletrio.
Una destitución anunciada
Aunque el Consistorio ha querido edulcorar la decisión apoyado en una pretendida incompatibilidad y ha manifestado su “agradecimiento a Francisco Caletrio Villa por los servicios prestados y especialmente por su excelente trabajo desarrollado durante la última campaña de Navidad”, en un intento de transmitir la idea de un cese de mutuo acuerdo, la realidad es bien distinta. Estrella Digital ha podido saber que, a pesar de no querer realizar declaraciones, Caletrio se encuentra “muy enfadado” y que se “oponía” desde un primero momento a su cese.
Desde la llegada del nuevo gobierno de Carmena al Ayuntamiento, las quinielas ya colocaban a Francisco Caletrio fuera del cargo. “Era una muerte anunciada”, afirma Julián Leal, portavoz del CPPM. Cabe recordar que el ex inspector jefe de la Policía Municipal fue nombrado a dedo por el anterior equipo de Ana Botella cuando aún era oficial en el escalafón de la Policía Municipal. De hecho, extraoficialmente dicen que su labor en la Jefatura de la policía de Pozuelo y el declararse autoprotector del PP le sirvieron como avales para conseguir el tan ansiado puesto.
Además de las diferencias ideológicas que pudiera haber entre el ex inspector jefe, el otro capítulo que ha marcado su marcha ocurrió el pasado noviembre. En concreto, el 18 de ese mes protagonizó un incidente con un agente de movilidad en la céntrica plaza de Gregorio Marañon. Tras detener su vehículo en un sitio que entorpecía el paso de un autobús y ser recriminado por el agente, Caletrio le recriminó: “Usted lo que tiene que hacer es hacer bien su trabajo y ponerse la gorra. Le ordeno que se ponga la gorra y me dé su número de identificación personal”. Días después, Caletrio dio su versión de los hechos y desmintió la del agente de movilidad. Es más, afirmó que “se dirigió hacia mi persona en un tono desagradable”. Hasta el momento, el agente de movilidad sigue con su trabajo “sin ningún tipo de problema”, según César Francisco, portavoz del CEM.
A pesar de conocer su destitución desde hace días Francisco Caletrio desempeñó las funciones de su cargo hasta el último momento y puso especial dedicación al dispositivo policial planeado para la controvertida cabalgata de reyes. Miembros allí presentes vieron como el ex inspector jefe se recorrió y repasó desde el principio hasta el final todo el recorrido que iban a realizar horas después las carrozas.
Un cargo que nadie quiere
Ser inspector jefe de la Policía Municipal de Madrid no debe de ser agradable. O al menos eso es lo que se desprende desde que Emilio Monteagudo dimitiera del cargo por su imputación en el caso Madrid Arena. A Emilio lo sustituyó José Luis Gallego al que con 64 años sólo le faltaba un mes para jubilarse. Al final, fue Fernando Caletrio quien se hizo con el cargo a pesar de no estar entre los favoritos.
En este caso, la inapetencia por el puesto se podría repetir. “La destitución de Caletrio ha sido recibida con indiferencia en el Cuerpo. En realidad, se ha ofrecido el puesto a mandos del cuerpo e incluso de fuera y nadie lo quiere”, apuntan fuentes policiales. Por el momento, y de manera provisional, será Teodoro Pérez García, uno de los cinco policías que aprobaron hace unos pocos años la plaza de subinspector, quien ocupe el cargo.
Un concurso de méritos
En lo único que parecen estar de acuerdo todos los sindicatos es en la “necesidad” de que el inspector jefe de la Policía Municipal “deje de ser un cargo político”. De hecho, en todas las notas oficiales de los colectivos sindicales reclaman que el puesto sea ocupado en base a oposiciones abiertas basadas en los méritos, para que los inspectores dejen de ser “marionetas”.
A tenor de una de las últimas notas de prensa emitidas por el Ayuntamiento de Madrid, el guante ha sido recogido. “El nombramiento se hará en base a criterios públicos”, afirma el consistorio. En principio, esta medida debería de acabar con el temido “dedazo”, aunque los sindicatos “desconfían”.