“Tenemos un 45% menos de recursos en la organización. No hace falta que explique, no lo he querido poner en el informe, lo que eso significa”. El coordinador general de Izquierda Unida, Cayo Lara, describió con esta crudeza el difícil panorama al que se enfrenta la coalición de izquierdas tras el mal resultado cosechado en las elecciones del 20D, en las que vio reducido a dos su número de diputados desde los once logrados en 2011. “Viene un trago duro”, avisó.
Lara hizo estas manifestaciones el pasado sábado durante su intervención, a puerta cerrada, ante el Consejo Político de IU, que aprobó la convocatoria de una Asamblea Federal los días 20, 21 y 22 de mayo que deberá decidir el futuro de la organización.
Su intervención estuvo marcada por la enumeración de las dificultades a las que se enfrenta el partido en esta nueva etapa: económicas, debido a la escasez de recursos; políticas, por la incertidumbre en torno a la dificultad para disponer en el Congreso de un grupo parlamentario propio, cuya constitución también le aportaría fondos; y de índole estratégica, por el actual enfrentamiento entre los partidarios de una confluencia con Podemos y quienes se oponen.
“Nos viene un trago probablemente malo a los dirigentes de esta organización y no sé si a los trabajadores”, avanzó Lara en la parte más dolorosa de su intervención, cuando anunció la posibilidad de que el partido tenga que acometer un plan de ajuste y prescindir de parte de su personal.
Una perspectiva que como hombre de izquierdas le desagrada, explicó, pero que viene impuesta por la penuria económica. “Yo llevo toda mi vida defendiendo los derechos de clase de los trabajadores, llevo toda mi vida intentando acabar con el patrón”, lamentó, “pero la economía es fundamental” y “cuando hay que decirle a alguien que no esté en la organización, sufrimos”.
“En un desierto” sin grupo parlamentario
Otra de las grandes preocupaciones para Lara es la posibilidad de que IU se quede sin grupo parlamentario propio. La dificultad estriba en que la coalición de izquierdas sólo logró en las pasadas elecciones dos escaños y el 3,67% de votos a nivel nacional, lejos de los 5 diputados o el 5% de votos que exige el Reglamento del Congreso para poder tener un grupo propio.
Más allá de los recursos que generaría, cuestión que calificó de “muy importante” en sí misma, Lara resaltó en su discurso ante la cúpula de IU la “visualización política” que supone tener una voz propia y diferenciada en la cámara baja, que permita “presentar iniciativas un día sí y otro también” y llevar “la voz de la calle al Parlamento”. “Ojalá tengamos el grupo, porque si no estaremos en un desierto”, se quejó. A ese respecto, fuentes parlamentarias señalaron este miércoles que IU negocia con Compromís un acuerdo para constituir un grupo conjunto.
Choque con Alberto Garzón
La reunión del Consejo Político también estuvo marcada por el choque de sensibilidades. Por un lado, están los miembros de la dirección que encabeza Alberto Garzón, partidarios de una confluencia con Podemos y otras fuerzas de izquierda, y, por otro, los seguidores de Cayo Lara –todavía líder de IU- que denuncian el “asalto” y la “OPA hostil” planteada por el partido de Pablo Iglesias.
Lejos de la unión con Podemos, Lara apostó por fortalecer las áreas de trabajo de IU, y puso como ejemplo el buen funcionamiento de la de Educación. “Se ha aplicado en Educación el pleno sentido que tiene que tener el funcionamiento de esta organización en la calle”, resaltó.
Por su parte, Alberto Garzón insistió en “colaborar desde un programa” común con otras fuerzas de izquierdas. “Yo no creo que Podemos sea el instrumento que necesitan las clases populares por razones de enfoque, de programa y de tacticismo”, recalcó, “pero creo que no se puede considerar un enfoque de transformación social sin la colaboración con otras fuerzas, aunque tengan diferencias con nosotros”.
De cara a lo que pueda ocurrir de aquí al mes de mayo, cuando se celebre la Asamblea Federal de IU, Cayo Lara prometió que “no pondrá ningún palillo en la rueda” hasta que llegue el momento de hacer “el cambio y el recambio” en el puesto de líder de IU que todavía ocupa.