miércoles, noviembre 27, 2024
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PSOE y Podemos se declaran la guerra

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El nuevo matrimonio del PSOE con Ciudadanos y el affaire con el PP ha caído como un jarro de agua fría en Podemos, que hasta hace dos días veía posible la configuración de un Gobierno de izquierdas alternativo al PP. Este miércoles, la decepción y el enfado de sus miembros ha sido evidente en el Congreso de los Diputados. «Nosotros no tenemos miedo a unas nuevas elecciones», reconocen a Estrella Digital fuentes de la formación morada.

La elección del socialista Patxi López como nuevo presidente del Congreso puede salirle cara a Pedro Sánchez. El líder socialista podría convertirse en el primer damnificado del acuerdo que este martes a media tarde alcanzaron PSOE, PP y Ciudadanos. Los socialistas se han alzado con la Presidencia de la cámara con la complicidad de los 'populares' (que no han presentado candidato alternativo y han dado un voto en blanco a López) y el apoyo de Ciudadanos, pero el peaje no ha sido barato. El acuerdo no sólo ha abierto una importante brecha entre Sánchez e Iglesias, sino que además le ha dado el poder a la derecha.

Los gestos que se han producido este miércoles en la sesión constitutiva de las Cortes han sido determinantes para descifrar el estado de ánimo entre Podemos y el PSOE. El secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, y el líder de Podemos, Pablo Iglesias, se han cruzado a primera hora de la mañana y ni siquiera se han mirado. La tensión se podía cortar con un cuchillo. «Lo que Pedro Sánchez hasta antes de ayer llamaba las derechas es con los que ha pactado. Nosotros con el PP no vamos a pactar. Estamos aquí porque pensamos que las cosas se pueden hacer diferentes», ha dicho Iglesias este miércoles a su llegada al Hemiciclo.

La tensión entre Iglesias y Sánchez aumenta

El líder de Podemos ha advertido al PSOE de que con esta decisión se aleja de un pacto con ellos. «El PSOE ha elegido la gran coalición y ha puesto tierra de por medio al cambio», ha insistido Iglesias, que ha alertado de «un nuevo búnker». «Un tripartito del inmovilismo, que no quiere que las cosas cambien. Hoy tiene que haber muchos ciudadanos que han votado al PSOE muy decepcionados al ver a su partido pactando otra vez con el PP». Curiosa referencia al búnker, un concepto propio de la Transición que tanto ha defenestrado durante su etapa de tertuliano y que ahora le fascina. El 'búnker' era en la Transición como se denominaba al núcleo duro del franquismo, refractario a los cambios democráticos. Iglesias ha rescatado la expresión después de haberse leído tras las elecciones del 20D la obra maestra de Gregorio Morán, 'El precio de la Transición', según ha podido saber este diario.

Por el medio, el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, ha aprovechado para meter el dedo en la llaga y volver a insistir en su oferta de pacto al PSOE y a Ciudadanos. «Este pacto contaría con un enorme apoyo social y una enorme comprensión fuera y dentro de España», ha reiterado el 'popular' en el Congreso.

Y al líder de los socialistas, que se ha presentado en el Congreso con un gesto más serio del habitual, no le ha quedado más remedio que contestar a ambos. Sánchez ha insistido en que no facilitará ni la investidura de Rajoy, ni la de ningún otro miembro del Partido Popular. Y ha vuelto a insistir en el mensaje con el que pretende presionar a la formación morada: si finalmente no hay un gobierno de izquierdas será porque Podemos no lo permita. Claro que el socialista tampoco parecía conforme con la configuración de la Mesa que su partido preside.

«El acuerdo no le gusta a Pedro Sánchez», reconocen fuentes socialistas a Estrella Digital, que aseguran que la actual constitución de la Mesa no representa la configuración real del Congreso . «PP y Ciudadanos no tienen la mayoría absoluta en la cámara y en la Mesa sí», advierte un alto dirigente socialista, que admite que las negociaciones en todo momento estuvieron lideradas por el líder de la formación naranja, Albert Rivera. Tal y como explicó el propio Rivera, en ningún momento hubo una conversación a tres bandas, sino que su formación se encargó de entablar conversación con el PP y con el PSOE de manera independiente.

Según explican fuentes socialistas, la intención de Sánchez era mantener tres de los nueve puestos de la Mesa del Congreso, incluida la Presidencia. Pero Rivera, que en todo momento pensaba contar con la complicidad del PP, no lo aceptó. El líder de Ciudadanos sabía que la única opción de convencer al Partido Popular de que renunciara a la Presidencia del Congreso era dándole tres asientos en la Mesa. Fuentes 'populares' reconocen que su intención era seguir presidiendo el Parlamento, pero que el resultado de esta negociación tampoco le ha desagradado. Los cinco puestos que ocupan el PP y Ciudadanos dejan en minoría a la izquierda. «Rivera empieza a jugar con habilidad», reconocen en el PSOE. Ciudadanos tiene la llave de todas las decisiones en la Mesa del Congreso.

Podemos y sus grupos propios

De hecho, con esta configuración de la Mesa, se entierran todas las opciones que pudiera tener Podemos y sus aliados de formar cuatro grupos parlamentarios propios. PP y Ciudadanos son las formaciones que más se han opuesto a esta opción, y la mayoría conservadora que ha permitido el PSOE en la Mesa se lo pone en bandeja. El Reglamento de la cámara baja advierte sobre la imposibilidad de que dos partidos que no se han enfrentado ante el electorado formen grupos propios, pero lo cierto es que la Mesa del Congreso siempre ha tenido libertad para interpretar sus propias normas. Con la mayoría de la Mesa de derechas, Podemos no lo logrará.

Aunque este no ha sido el único bofetón del PSOE a Podemos en las constitución de las Cortes. Este miércoles, también ha habido sorpresa en la constitución de la Mesa del Senado. Los socialistas han cedido uno de sus tres puestos en la cámara alta al PNV, que tendrá finalmente la secretaría cuarta pese a ser sexta fuerza parlamentaria. Los socialistas han elegido a los vascos tras romperse las negociaciones con Podemos en el Congreso. «Es una declaración de intenciones. El PSOE ha renunciado a presidir el Gobierno de este país cuando no nos reconoce como interlocutores. Es probable que esté pensando en un gobierno del PP», advierten desde Podemos.

Los de Pablo Iglesias también aspiran a tener dos grupos parlamentarios en el Senado, uno con los 13 senadores obtenidos con la marca Podemos y otro con los de las candidaturas compartidas en distintas comunidades autónomas. Y de nuevo, esta decisión vuelve a estar en el aire y con más papeletas negativas.

La formación de un gobierno alternativo al PP se complica. Podemos y PSOE se han declarado la guerra. Si estas formaciones no logran entenderse y convencer a Ciudadanos para unirse a su cruzada, y además el PSOE se niega a facilitar la investidura de Rajoy, la convocatoria de unas nuevas elecciones generales se convierte en la única alternativa real a los resultados obtenidos en las urnas el pasado 20 de diciembre.

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