martes, septiembre 24, 2024
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Pedro Sánchez, todo o nada

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Desde su viaje a Portugal para estudiar el acuerdo de izquierdas luso, Pedro Sánchez parece estar dispuesto a apostarlo todo para hacerse con la presidencia del Gobierno a pesar de las críticas internas de su partido, que creen que su lugar es la oposición. Cesión de senadores a grupos independentistas, los “tira y afloja” con Podemos y severos reproches por parte de su propia formación. Fuentes socialistas afirman a este diario que el líder del PSOE ha decidido tomar sus decisiones de manera unilateral. “No solo no las consulta, sino que ni siquiera las comunica”, explican. Unas jugadas que fuentes socialistas creen desesperadas. Sánchez, en caso de fallar, estaría «quemado» para la política con solo 43 años.

Sánchez no fue, hasta que se presentó a la secretaría General socialista, un político de primera línea. Siempre jugó un papel secundario en las listas electorales socialistas. De hecho, es la primera vez que está presente en la constitución de las Cortes Generales, las dos veces que fue diputado no resultó elegido y llegó por las salidas de compañeros que iban más cabeceros en las listas. Sin embargo, tras vencer en las primarias y convertirse en el secretario general del partido, Sánchez parece querer arriesgarlo todo para evitar a toda costa un puesto en la oposición que podría poner fin a su liderazgo e incluso a su carrera política. Todo o nada.

Tras la derrota electoral del pasado 20 de diciembre unilateralmente propuso retrasar el congreso en el que se tendría que renovar el liderazgo del partido, a pesar de su débil poder interno. Una determinación que generó “malestar” en Ferraz, según explican a Estrella Digital las mismas fuentes, y la indignación de muchos barones. Aunque guardó silencio durante varios días tras su derrota en los comicios, parece haber cogido impulso para llegar al poder con Susana Díaz siempre al acecho y su liderato constantemente en duda. Es más, según cuentan fuentes socialistas a este diario, en Ferraz se puso en marcha una operación que hubiera destituido a Sánchez la misma noche electoral si los resultados oficiales de los comicios hubieran sido solo un poco peores. Lo que no consiguió fue aplacar al sector crítico de su formación que sigue sin comprender sus estrategias postelectorales.

Críticas por la cesión de senadores a grupos independentistas

El último movimiento realizado por Pedro Sánchez en el Senado no ha sentado bien en algunos sectores de Ferraz. La cesión de cuatro senadores por parte del PSOE para que dos formaciones independentistas puedan constituir grupo parlamentario, Esquerra Republicana por un lado y Democracia y Libertad por otro, no ha sido aprobada por varios dirigentes socialistas que no terminan de comprender la táctica del líder del PSOE. De hecho, algunos de ellos han alzado la voz públicamente para criticar su maniobra, como los presidentes de Extremadura y Aragón. Guillermo Fernández Vara ha afirmado que es “inexplicable y yo esto no lo entiendo” y Javier Lambán considera “indeseable cualquier tipo de colaboración activa o pasiva con los grupos independentistas”.  

El Gobierno de Rajoy, por su parte, también se ha sumado a las críticas. Este viernes, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la vicepresidenta del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría, afirmó que se trata de un “error” por parte de Sánchez y que es una decisión “incomprensible” que demuestra que está dispuesto a todo “con tal de ser presidente”. “¿A qué está dispuesto a prestarse Sánchez para conseguir lo que no le dieron los votos?”, preguntó la vicepresidenta ante los medios de comunicación.

Fuentes socialistas ratifican que Sánchez continúa dispuesto a formar un Gobierno de la mano de Podemos, sin embargo, en estos momentos la relación entre los dos partidos es tensa debido al acuerdo sellado por el PSOE, el Partido Popular y Ciudadanos para nombrar presidente del Congreso de los Diputados al socialista Patxi López. Una alianza que ha provocado que la mayoría de la Mesa sea conservadora. Los ‘populares’ y los de Albert Rivera cuentan con cinco representantes y PSOE y Podemos suman cuatro. Además, la formación morada tampoco ha conseguido la constitución de cuatro grupos parlamentarios, un hecho que ha enturbiado aún más la relación. Por otro lado, en el Senado tampoco ha habido acuerdo y los socialistas han decidido cederle el sitio en la Mesa al Partido Nacionalista Vasco (PNV)  y no al partido de Pablo Iglesias.

Sin embargo, según comenta a este diario un destacado dirigente socialista, Pedro Sánchez permanece aferrado a su “ensoñación de un Gobierno con Podemos”.

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