Josep Antoni Duran i Lleida se va tras 29 años al frente de Unió. El líder democristiano abandona la presidencia de la formación y anuncia que no se presentará como candidato a presidir el máximo órgano de dirección del partido. De esta forma, Duran da un paso atrás tras los fiascos electorales de Unió en los comicios catalanes del 27 de septiembre y en las generales del 20 de diciembre, en los cuales no logró representación parlamentaria. La formación renovará la dirección del partido en un congreso que se ha fijado para el próximo 16 de abril.
En una intervención en el Consell Nacional de Unió, Duran ha asegurado que «es lo mejor» que puede hacer pensando en el partido, y que lo hace con la conciencia muy tranquila. «No se puede esconder la cabeza bajo el ala y hacer como si no hubiera pasado nada«, ha añadido el dirigente catalán, quien además ha señalado que habría gente que no entendería que no pasara nada y no se asumieran responsabilidades tras esos resultados.
El dirigente catalán ha recordado que la noche de las elecciones generales ya dijo que no valía buscar excusas, y ha afirmado que ha sido difícil tomar la decisión, pero que da el paso de renunciar porque tiene «toda la confianza» en Unió y su futuro.
Duran, que anunció que dejaría el cargo al día siguiente del estrepitoso fracaso de Unió en las generales, donde no logró representación en el Congreso al obtener tan sólo 65.000 votos, ha señalado que la decisión ha sido «difícil de tomar», pero que da el paso de dimitir porque tiene toda la confiaza en Unió y en su futuro. El veterano político se muestra convencido de que la propuesta de su formación es «la que necesita» Cataluña, pero que la ciudadanía no le ha dado suficiente apoyo, y ha subrayado que la situación actual de Unió no es irreversible.
Por otra parte, Duran ha dejado claro que unas nuevas elecciones catalanas, de no haber sido por el acuerdo 'in extremis' que alcanzaron la CUP y Junts pel Sí para la investidura de Carles Puigdemont como nuevo 'president', habría supuesto un duro revés para las fuerzas soberanistas, ya que habría obtenido menos votos. Duran considera también que unos nuevos comicios generales sería «irresponsable».
A pesar de su renuncia como presidente de la formación, Duran seguirá como militante del partido y ha pedido a aquellas personas que se han acercado a Unió por su persona que sigan teniendo la confianza: «Duran ha sido, es y será de Unió, pero Unió ni ha sido, ni es ni será de Duran». El dirigente conservador se ha mostrado convencido de que Unió tendrá un rol central y catalizador del catalanismo político.
Toda una carrera política ligada a Unió
Duran, de 63 años de edad, ha ocupado la presidencia de Unió durante 29 años aunque lleva 42 como militante. De 1982 a 1983 fue presidente del comité de Gobierno, cargo que retomó en 1987 hasta hoy que ha presentado su renuncia. Su primer cargo político fue concejal del Ayuntamiento de Lleida, donde fue teniente de alcalde, y entre 1982 y 1990 fue diputado en el Congreso de los Diputados. Entre 2004 y 2016, Duran ha ejercido como portavoz del Grupo Parlamentario Catalán en la Cámara Baja y presidente de la Comisión de Exteriores.
Tras consumarse el divorcio político de CiU el pasado mes de junio por la deriva secesionista de Convergència, los democristianos iniciaron una nueva andadura sin su socio político durante décadas. Sin embargo, la ruptura de la federación devino en la falta de apoyo en las urnas el 27S para Unió, un duro revés electoral que llevó a Duran a poner su cargo a disposición del Consell Nacional del partido. Finalmente fue refrendado como presidente de la formación, pero no concurrió como candidato a las elecciones generales del pasado 20 de diciembre, en su lugar se presentó el exconseller de Interior, Ramón Espadaler.