martes, septiembre 24, 2024
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Espanto en el PP por los nombramientos de Villalobos, Arenas y Sánchez-Camacho

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En Génova nadie tose a Mariano Rajoy, pero eso no significa que aprueben todas sus decisiones. Un importante sector ‘popular’ se horrorizó el pasado martes, durante la Junta Directiva Nacional (el máximo órgano del PP entre congresos), cuando escuchó en voz del presidente de la formación que Celia Villalobos, Javier Arenas y Alicia Sánchez-Camacho ocuparían puestos destacados en las Cortes Generales. “Los dos primeros nombres causaron más estupor que el tercero”, advierten fuentes ‘populares’ consultadas por Estrella Digital, que aseguran que las caras de muchos de los presentes fueron “un poema”. Eso sí, nadie se quejó.

Han sido cuatro años repletos de duras decisiones, de incumplimientos sistemáticos del programa electoral y de importantes escándalos, pero a excepción de la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, rara vez algún dirigente ‘popular’ ha tomado la palabra después de una intervención de Rajoy para decir lo que realmente pensaba. Y en la última Junta Directiva Nacional pasó lo mismo. Muchos ‘populares’ torcieron el gesto con los nuevos nombramientos de Villalobos, que repite como vicepresidenta primera de la Mesa del Congreso); Arenas, que será el nuevo  secretario general del Grupo ‘popular’ en el Senado, y Sánchez-Camacho, que definitivamente deja la política catalana para centrarse en la Secretaría Primera del Congreso. Pero nadie tomó la palabra.

“Hemos apartado de las listas a mucha gente por su edad, pero seguimos manteniendo a otros”, se quejan fuentes conservadoras. Celia Villalobos es diputada desde 1986 (9 Legislaturas consecutivas en el Congreso). El pasado 24 de 2015 fue grabada jugando a un juego similar al Candy Crush en su iPad durante la intervención del presidente Rajoy en el debate sobre el Estado de la Nación mientras ella presidía la sesión. Hoy, el líder ‘popular’ ha vuelto a premiar a la mujer de su sociólogo de referencia, Pedro Arriola, con la Vicepresidencia Primera de la Mesa de la Cámara Baja.

Su ficha de actividad durante la pasada legislatura se limita a nueve intervenciones y a unas iniciativas parlamentarias que no se pueden consultar en la web del Congreso (al menos durante la elaboración de esta información). Eso sí, fue y seguirá siendo una de las parlamentarias mejor pagadas: en torno a 7.500 euros mensuales. Su nómina está compuesta por la asignación constitucional (2,813, 87 euros), el complemento que recibe como vicepresidenta de la Mesa (1.209,60 euros), los gastos de representación, que ascienden a 1.010,83 euros, gastos de libre disposición por su cargo (707,10 euros) y además recibe 1.823,86 euros más por representar a una circunscripción diferente a la de Madrid, aunque hace años que vive en la capital.

Javier Arenas lleva en el Senado desde 1993. En la última legislatura fue presidente de la Comisión de Entidades Locales (lo que le permitió recibir un plus de 1.431 euros mensuales) y su actividad parlamentaria se limitó a 59 preguntas escritas y a dos intervenciones. Ahora, Rajoy le ha dado poder en el Grupo Parlamentario en el Senado la nombrarlo secretario general, un puesto equivalente al de ‘número dos’ del portavoz, José Manuel Barreiro, que repite en el cargo.

Arenas quería ser presidente del Senado

El pasado 30 de diciembre, el vicesecretario de Política Autonómica del PP formalizó su renuncia al escaño que ocupaba en el Parlamento andaluz por Almería para centrase exclusivamente en su labor en el Senado. Y las alarmas se encendieron en Génova: ¿quería Arenas convertirse en el próximo presidente de la Cámara Alta? Este rumor se extendió como la pólvora por los mentideros políticos.

Y más aún cuando el presidente del PP andaluz, Juanma Moreno, se declaró convencido de que Arenas sería un «magnífico» presidente del Senado, cuando el vicesecretario ‘popular’ no había hecho ninguna declaración pública al respecto. Pocos días después, el exlíder del PP andaluz negó la mayor: «No me he planteado en ningún momento ser presidente del Senado».  Y añadió para zanjar la polémica: «Pío García-Escudero ha desempeñado muy bien su trabajo y lo sigue haciendo».

Pero fuentes ‘populares’ aseguran que Arenas sí maniobró para optar a la presidencia del Senado. «Javier ya ha sido todo lo que podía ser. Vicepresidente del Gobierno, ministro, diputado y senador. Sabe que no llegará a presidente del Gobierno, así que la máxima autoridad del Senado sería una buena guinda», insisten en el PP. Además, aseguran las mismas fuentes, la relación entre Arenas y García-Escudero “es muy mala” desde que el andaluz era el secretario general del PP y Pío García-Escudero el vicesecretario de Organización.

“La sensación con Arenas en el PP es bastante mala”, aseguran fuentes ‘populares’, pero Rajoy lo mantiene cerca. El encargado de realizar los nombramientos es el presidente del PP, al que siempre le gusta mantener la balanza de poder equilibrada. García-Escudero quería continuar en la Presidencia del Senado y Rajoy se lo ha permitido. A Arenas le ha dado poder en el Grupo Parlamentario 'popular' y por eso será el secretario general en el Grupo Parlamentario de la Cámara Alta. Por el momento, todos los señalados por el dedo 'divino' de Rajoy paracen contentos. Aunque muchos de sus compañeros no lo están tanto.

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