El líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, no ha perdido aún la esperanza de poder ser investido de nuevo presidente del Gobierno. Y por ello, sigue empeñado en su oferta de pacto a PSOE y Ciudadanos. «Esta es la opción moderada», ha insistido el presidente del Gobierno en funciones en la primera entrevista televisada que concede tras las elecciones del 20D y su rechazo a ser el primero en someterse al pleno de investidura.
El líder del PP ha vuelto a reconocer que aún no tiene apoyos, pero sí ha empezado a dar pinceladas del pacto que podría llegar a alcanzar con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en caso de que éste finalmente decida sentarse en la mesa de negociación con el Partido Popular: un Gobierno de coalición, en el que podría negociarse la Vicepresidencia y cuyo acuerdo podría extenderse a todos los niveles de la administración, incluidas comunidades autónomas y grandes ayuntamientos.
Un guiño descarado a todos los 'barones' socialistas que se oponen al acuerdo con Podemos en el plano nacional. El Partido Popular es consciente de las dificultades que han tenido o están teniendo algunas regiones gobernadas por el PSOE con el apoyo de Podemos para aprobar presupuestos y ha aprovechado la ocasión: «ese acuerdo nacional podría buscar también una fórmula de entendimiento en las distintas instituciones«.
Con esta nueva propuesta es evidente que Rajoy quiere aumentar la brecha interna que existe en el PSOE, de tal forma que los líderes regionales que no quieren que Sánchez pacte con Pablo Iglesias redoblen su presión este fin de semana durante el Comité Federal del PSOE para impedir esta alianza.
Rajoy ha dicho este miércoles que no está preocupado por la reunión de los socialistas, que le parecerá bien lo que decidan porque él no se mete en las cuestiones internas de ninguna formación, pero en el Partido Popular son muy conscientes de que lo que se decida este sábado en Ferraz será determinante para su futuro en el Gobierno.
Rajoy no dará un paso atrás
En cuanto a las cesiones que Rajoy tiene pensado hacer para conseguir el apoyo de los socialistas, tampoco están claras. El líder del PP ha insistido en sus líneas rojas: la igualdad de los españoles, la soberanía nacional y la unidad de España. Y ha vuelto a poner sobre la mesa sus objetivos: más empleo, mejorar el estado de bienestar y luchar contra el terrorismo. Pero cuando se le pregunta por la posibilidad de abolir la reforma laboral o la educativa, por ejemplo, no deja claro cuál será su grado de entendimiento.
El líder del PP ha reconocido que la «aritmética es muy variable», y que se está hablando de muchas opciones de gobierno. El único escenario que Rajoy ha descartado por completo es su abstención para que Pedro Sánchez sea presidente del Gobierno. Al igual que la posibilidad de dar un paso atrás para permitir que el PP siga gobernando. «Eso no es lo que han decidido los españoles con su voto», ha zanjado.
El presidente del Gobierno en funciones ha reconocido que las elecciones del 20D han dejado un escenario inaudito en España desde 1977. «Los españoles quieren que nos entendamos», ha insistido Rajoy, que ha echado la culpa al PSOE en caso de que esto no se produzca. Rajoy ha dicho que después de las elecciones solo se ha visto una vez durante 5 minutos con Pedro Sánchez y le ha llamado en otra ocasión pero no ha querido volver a reunirse con él.
Según Rajoy, el acuerdo PSOE-Podemos-nacionalistas-
Próxima conversación con el rey
Ante este escenario dibujado por Rajoy, parece que la opción más viable son unas nuevas elecciones. No ha querido desvelar cuál será su conversación con el rey, ni qué hará en caso de que le vuelva a proponer como candidato a la Presidencia. No obstante, sí ha dejado claro que no tiene ninguna prisa en que esto se resuelva, puesto que la ley no marca plazos para convocar el pleno de investidura.
Rajoy ha defendido su decisión de declinar la oferta de Felipe VI: «Muchos me han criticado, pero creo que mucha gente también me ha entendido». Las críticas más feroces han procedido desde el PSOE y para Rajoy eso es una «muestra» de que ha acertado en su decisión. «Ellos quieren que me presente, pero necesito su apoyo. Me han dicho que no, no sé por qué están tan empeñados. Que vayan ellos con el apoyo de Podemos», ha zanjado Rajoy.
El líder del PP no está dispuesto a que le humillen en el congreso de los Diputados gratuitamente; y menos aún a que le vuelvan a sacar los colores con su gestión. Una nueva oleada de casos de corrupción afecta al PP. Aunque por el momento, Rajoy está convencido de que no le perjudicará en sus negociaciones para ser investido. Una sorprendente conclusión a la vista de la preocupación que tanto el PSOE como Ciudadanos ya han mostrado a este respecto.