Las únicas opciones de Gobierno que baraja el Partido Popular en estos momentos son dos. Una liderada por Pedro Sánchez con el apoyo de «partidos de izquierda e independentistas». Y otra liderada por Mariano Rajoy, la de «la moderación», que debería de contar con el apoyo del PSOE y de Ciudadanos. En ningún caso, los 'populares' barajan ni un apoyo ni una abstención a ningún candidato que no sea Mariano Rajoy, aunque ésta fuera la única forma de dejar a Podemos fuera de la ecuación. Así de claro y contundente se ha mostrado el vicesecretario de Organización, Fernando Martínez-Maíllo, en la sede nacional del PP tras la reunión del Comité de Dirección. Los 'populares' insisten en que unas nuevas elecciones generales no serían «positivas» y por ello sigue siendo su última opción.
El PP zanja así cualquier sospecha que pudiera existir sobre la posibilidad de que Mariano Rajoy finalmente decidiera dar un paso atrás -como le pidió su compañera de partido Esperanza Aguirre- con la única pretensión de impedir que la formación liderada por Pablo Iglesias toque poder.«No vamos a defraudar a los españoles ni a los votantes. Nuestro candidato es Mariano Rajoy y nuestra propuesta es la del PP. Votaremos en contra de cualquier propuesta que no esté encabezada por nuestro partido y nuestro candidato», ha insistido Martínez-Maíllo.
El dirigente del Partido Popular asegura que Rajoy no ha renunciado a ser candidato a la Presidencia, sino que únicamente ha pretendido ser «honesto» con sus votantes y no aceptar el ofrecimiento del Rey de la semana pasada puesto que no contaba con los apoyos suficientes para ser el nuevo presidente del Gobierno. «Ningún presidente del Gobierno ha acudido al debate de investidura sabiendo que la mayoría absoluta del Congreso iba a decirle que no», ha zanjado el vicesecreterio de Organización.
Faltan 24 horas para que Rajoy vuelva a reunirse con el Rey en Zarzuela y las posiciones siguen sin moverse. Todo apunta a que el líder de los conservadores volverá a declinar la oferta del Rey de inaugurar el pleno de investidura en el Congreso de los Diputados. Y así al menos lo confirman en Génova: «si las circunstancias no cambian Rajoy volverá a renunciar a intentarlo».
Eso sí, el PP aún no ha retirado su oferta de pacto: un acuerdo PP-PSOE-Ciudadanos. «Sería una magnífica oportunidad para hacer las reformas que necesita España», ha insistido el 'popular', aunque ha reconocido que con el líder del PSOE, está siendo imposible dialogar. «Es el señor del no», ha insistido en varias ocasiones Marínez-Maíllo, que ha aprovechado la convulsa situación interna del PSOE para dejar claro que el liderazgo de Sánchez está tocado. «Intenta formar gobierno a cualquier precio. Pretende escuchar a los militantes, siguiendo la agenda de Pablo Iglesias, pero es incapaz de escuchar la voluntad de los españoles. Quiere ser presidente del Gobierno después de haber obtenido los peores resultados de su historia», ha dicho el 'popular', parafraseando a una de las principales rivales socialistas de Sánchez, Susana Díaz.
Corrupción en Valencia
En lo que al último caso de corrupción 'popular' respecta, el vicesecretario de Organización ha defendido la «contundencia» con la que a su juicio está actuando su partido en la Comunidad Valenciana, así como también «la rapidez». «Hemos tomado las decisiones más traumáticas, duras, complejas y dolorosas que puede tomar un partido», ha dicho el 'popular' en referencia a la disolución de una de sus organizaciones.
No obstante, en cuanto ha llegado el momento de explicar qué piensa hacer con todos los concejales del PP que han sido imputados este lunes en el marco de la 'Operación Taula', ha asegurado que esa decisión aún no está tomada y que todo dependerá de las conclusiones a las que llegue el partido una vez escuche las declaraciones de los implicados. «El PP nacional lo que está haciendo es aceptar los planteamientos que desde la Comunidad Valenciana se hacen. Va a ser nuestra línea», ha recalcado Maíllo.
Sobre Rita Barberá, el vicesecretario del PP ha asegurado que será ella quien dé «las explicaciones correspondientes» sobre su relación o no con la corrupción del partido en Valencia. Mientras tanto, ha tirado de argumentario oficial y ha insistido, al igual que Mariano Rajoy, que sobre ella «no existe ninguna acusación formal, ni ha sido llamada a declarar». Si esta circunstancia cambiara, ha advertido Maíllo, «es una cuestión de comportamientos, no importan los nombres. Actuaremos con agilidad y contundencia».