Del funcionario con manguitos a la telemática. De diez eternos días para que se inicaran los trámites de una demanda, a 24 horas. Es decir, una revolución en los juzgados. Desde el 1 de enero el uso de medios electrónicos en las comunicaciones entre los profesionales y la Administración de Justicia es obligatorio en todo el territorio nacional. La plataforma de intercambio de información entre órganos judiciales, LexNet, ha conseguido acortar los plazos de la Justicia española en un 65%, de manera que ha pasado de la duración de un procedimiento civil ha pasado de 60 a 20 días.
Según el Ministerio de Justicia, “el tiempo dedicado exclusivamente a la presentación de escritos y a los actos de comunicación se ve reducido considerablemente si todas estas actuaciones se llevan a cabo a través de la aplicación Lexnet”.
Además de ser una propuesta ecológica, al prescindir del movimiento del papel se reduce notablemente el tiempo dedicado a las gestiones y a los trámites burocráticos. “El sistema permite reducir las cargas administrativas y el tiempo invertido en la tramitación de los procedimientos lo que repercutirá, en último término, en la respuesta al ciudadano”, afirma el departamento dirigido por Rafael Catalá
Entre los trece trámites de ese procedimiento civil estándar analizado por Justicia, lo que más se agiliza es el tiempo transcurrido desde la presentación de la demanda y el inicio de las actuaciones judiciales, que pasaría de una media de 10 días a tan solo dos. Por otro lado, el tiempo transcurrido para la recepción de las actuaciones en el órgano superior se reducirá de seis a un día, debido a la omisión del foliado de actuaciones, empaquetado y traslado físico a otra sede, que se sustituirá por la remisión vía telemática de los documentos.
Según fuentes del Ministerio, este acortamiento de los plazos será “más significativo” en ciudades donde existe una dispersión de sedes judiciales, ya que es necesario un traslado físico del papel hasta los distintos órganos judiciales competentes para su tramitación.