El campo de tiro de Fontcalent con más de 21 agentes empuñando un arma se convirtió en un escenario de gritos, amenazas y tensión por una impuntualidad de 10 minutos de cinco agentes de la escala básica de la Guardia Civil. La situación se saldó con los cinco uniformados reconocidos facultativamente tras sufrir amenazas del tipo «no se me olvidará jamás tu número de identificación» por parte del oficial, según AUGC (Asociación Unificada de Guardias Civiles) de Alicante. Dos de los funcionarios tuvieron que ser atendidos por la capitana jefa del Servicio de Psicología que allí se encontraba, la cual tuvo que retirar sus armas de «manera cautelar».
La «dantesca» situación se vivió después de que los cinco guardias civiles llegaran tarde a un ejercicio de tiro tras recorrer los 64 kilómetros que separan Torrevieja de Fontcalent en un vehículo con más de 20 años de antigüedad y que apenas supera los 90 kilómetros por hora. Además, el vehículo transportaba diez fusiles de asalto Cetme y diez subfusiles Star Z 70, a pesar de que la tripulación no contaba con ningún miembro especializado en armamento. Tras aparecer en el ejercicio, y como consecuencia de la demora, el oficial encargado les recibió a gritos en medio del campo de tiro donde 21 uniformados se encontraban realizando prácticas con munición real, según denuncia AUGC Alicante.
Para la asociación, las palabras del mando hacía los cincos agentes hacen una clara alusión a posibles «represalias» en el futuro. Fue tal la tensión vivida «en un lugar tan inadecuado y peligroso» que dos de los agentes involucrados tuvieron que recibir atención psicológica y después les fue retirada el arma de «manera cautelar» ante el estado de nervios en el que se encontraban. Al final, los cinco guardias civiles regresaron al Puesto Principal de Torrevieja, donde fueron «revisados facultativamente».
El oficial, impune
Hasta el momento, el oficial no ha sido reconocido como el resto de participantes en la trifulca. Esta situación demuestra «una vez más la doble vara de medir ante situaciones con identidad de hecho, donde concurren agentes de la escala básica y oficiales, quienes gozan de una protección inentendible», afirman desde AUGC. Ante la «injusticia», el sindicato del instituto armado «exige» que se abra una investigación para depurar las posibles responsabilidades en que «presuntamente» hubiera podido incurrir el oficial.
Desde la agrupación sindical también aprovechan para denunciar la «falta de medios» de los que disponen las las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. En este sentido, reclaman «galerías de tiros bien acondicionadas» y «personas capacitadas para dirigir el ejercicio». Además, recuerdan que episodios como los vividos en el campo de tiro Fontcalent son los que provocan que «cada vez haya más guardias civiles que sufren patologías psiquiátricas por solo acudir a cumplir con su cometido y por sucesos de escasa o nula entidad».