El entendimiento entre los líderes del PSOE y de Podemos es casi imposible. El secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, rechazó este viernes la propuesta de acuerdo que le transmitió Pablo Iglesias por considerarla «exclusiva y excluyente». Tras una reunión de casi hora y media con el jefe de la formación morada, Sánchez dejó claro que no piensa renunciar a un posible acuerdo con Ciudadanos que le permita formar Gobierno. Una opción a la que Pablo Iglesias rechaza de plano dar su bendición, ni siquiera por la vía de la abstención, por considerar que la formación de Albert Rivera es «la derecha en diferido».
Así lo ha explicado el secretario general del PSOE en la rueda de prensa posterior a su encuentro con el líder de Podemos en el Congreso de los Diputados. Sánchez ha explicado que tiene dos opciones tras recibir el encargo del rey Felipe VI: por un lado, continuar con el inmovilismo y por otro “dar un paso al frente” y asumir la solicitud del monarca. “Podría hacer un Rajoy y situar a España en una situación de desgobierno y bloqueo o dar un paso al frente con todas las dificultades”, ha manifestado el líder socialista.
El líder socialista ha reconocido que la formación de un futuro gobierno no la puede realizar “solo” y por eso, ha pedido la colaboración del resto de grupos políticos y se ha negado a acatar la petición de Iglesias de excluir a Ciudadanos. “La responsabilidad que ha asumido el PSOE exige también del resto de fuerzas políticas, tenemos que mirar a izquierda y a derecha y a ser generosos”, ha explicado. Cree que las “fuerzas del cambio” tienen una “enorme oportunidad” de hacer “las cosas mejor”. “Acabar con la desigualdad, apuntalar el crecimiento, limpiar de corrupción la política y abordar el problema del desafío independentista”, ha añadido. Por eso, ha pedido “humildemente” a Iglesias que reconsidere su posición. Aun así, Sánchez ha sido crítico con la posición de Podemos puesto que considera que la formación morada no ha comprendido “el nuevo tiempo político que vive España”. “El PSOE va a seguir con una negociación plural y abierta al resto de formaciones políticas para un Gobierno reformista», ha insistido.
Es más, Sánchez ha advertido de que si finalmente no se logra establecer un gobierno de cambio y reformista la responsabilidad será de Podemos. “Si decide seguir mirando de reojo a otros partidos y no trabajar para que haya un gobierno reformista que logre acabar con la corrupción, frenar la desigualdad y crear buen empleo será su responsabilidad”, ha sentenciado. De hecho, también se ha dirigido a los votantes de Podemos y se mostrado convencido de que “hay millones de votantes” de la formación morada que “hoy han visto una ocasión perdida pero no definitiva”.
Además, Sánchez ha querido dejar claro que, aunque mantiene la puerta abierta a las negociaciones con la formación morada, su intención es dialogar con todos los grupos políticos. El líder socialista ha afirmado que, aunque hay “cosas” que les “separan”, comparten un objetivo común: “poner fin al Gobierno de Mariano Rajoy”. “Los cambios no pueden ser liderados por un gobierno frentista”, ha reiterado.
Sánchez también ha anunciado que su equipo de trabajo ya está preparado para emprender las rondas de negociaciones que comenzarán esta misma tarde con Ciudadanos y que continuarán la próxima semana con Izquierda Unida-Unidad Popular y Compromís. El diálogo que pretende poner en marcha Sánchez, según ha aclarado, se basará en cuatro ejes principales: la creación de empleo, frenar la desigualdad y la pobreza, acabar con la corrupción y resolver “desde la Constitución” la crisis catalana.