No todos los ‘populares’ están maniobrando estos días para conseguir que Pedro Sánchez tire la toalla y se abstenga en la investidura de Mariano Rajoy. Ni siquiera todos los ‘populares’ esperan expectantes a que el líder de los socialistas fracase en sus negociaciones para formar un «gobierno del cambio». Más bien todo lo contrario. Hay un sector en el Partido Popular que cruza los dedos para que el PSOE consiga formar gobierno y comience la nueva legislatura. El objetivo está claro: regenerar el partido y prepararse con tiempo para la caída «temprana» de Pedro Sánchez.
Los defensores de esta teoría en Génova dan por «seguro» que si el PSOE finalmente logra formar gobierno se abrirá un nueva etapa en el Partido Popular. Y es más, dada la situación actual, no tardarán «mucho» en recuperar el poder e incluso conseguir una nueva «mayoría absoluta». Este sector ‘popular’ da por seguro que un hipotético gobierno PSOE-Podemos no tendrá ningún futuro cuando Bruselas vuelva a imponer importantes recortes (se espera que el próximo tijeretazo sea de 10.000 millones de euros para cumplir con el déficit) y cuando el problema del secesionismo catalán exija respuestas más drásticas.
Ocurrido todo eso, estos conservadores consideran que el Partido Popular ya estaría «listo» para tomar la alternativa. Es decir, entonces, los ‘populares’ ya habrían cambiado de líder y las caras visibles de la formación ya no tendrían nada que ver con la corrupción que ha asolado al PP en los últimos años. Un partido nuevo; para un tiempo nuevo. El futuro de Rajoy al frente del PP se reducirá a horas si Sánchez consigue formar gobierno. Todo el mundo en el PP da por hecho que si el líder ‘popular’ se convierte en el primer presidente de la democracia que no logra repetir mandato, dará un paso atrás, o en el peor de los casos le obligarán. Ya no habrá nada que le avale, más bien todo lo contrario.
En este sentido, el proceso que se abrirá triunfará o no en función del aire fresco que se aporte a la formación. El PP ya decidió durante la última Conferencia Política que celebró en Madrid aprobar un sistema de primarias para elegir a su líder. «Un militante, un voto» es el lema que Esperanza Aguirre puso de moda ya hace cuatro años. La presión ejercida por el resto de formaciones ha sido fundamental. Y aunque por el momento esta iniciativa está parada, sobre todo a la espera de saber si se repiten o no las nuevas elecciones, los ‘populares’ ya han asumido que no se podrán escapar.
La sucesión de Rajoy, una incógnita
La ‘era Rajoy’ llega a su fin. O eso al menos ya desean muchos de sus compañeros, que no ven salida sin una importante renovación. Una de las opciones para aportar nueva luz sería Soraya Sáenz de Santamaría. Es más, ella estaría dispuesta. Pero no hay pocas voces que a estas horas ya advierten de que caerá con Rajoy. Su oportunidad hubiera estado en que el actual líder del PP le hubiera dado el relevo ya. Pero eso aún no está entre los planes de Rajoy, que ha hecho todo lo posible por hacer desaparecer la figura del ‘delfín’ que tanto se estilaba en el PP. Actualmente hay muchos nombres sobre la mesa (Alfonso Alonso, Pablo Casado, Alberto Núñez Feijóo o su amiga Ana Pastor), pero ninguno con la fuerza suficiente para abrir el melón ya.
El presidente de Honor del PP, José María Aznar, pidió en el último Comité Ejecutivo Nacional -tras la debacle del 20D- que si no conseguía formar gobierno convocara un Congreso Nacional «abierto» para elegir a su sucesor. Rajoy aceptó la exigencia, e incluso aseguró que se presentaría a esa nueva elección, pero lo cierto es que no piensa en ello. Los estatutos del PP le permiten repetir como candidato si hay nuevas elecciones; y a esto se agarrará.
Por ello, un sector crítico con Rajoy y su herencia ya reza para que Sánchez consiga apoyo. Ésta será la única forma de que a Rajoy no le quede más remedio que abandonar.