El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, no se ha movido un ápice de su posición respecto a la investidura de Pedro Sánchez como jefe del Ejecutivo y le ha dejado claro rotundamente que se negará a apoyarle. «Vamos a votar que 'no' a su candidatura», ha respondido el líder conservador a la propuesta de Sánchez de reunirse ahora con él la próxima semana. Rajoy ha asegurado que le atenderá «como se merece», pero le cierra completamente la puerta a la abstención que necesita Sánchez de los 'populares' para lograr ser investido como nuevo presidente. Con contundencia, el líder conservador ha anunciado que en ese futuro encuentro entre ambos le recordará los números que salieron de las urnas el pasado 20 de diciembre. «Los 123 escaños del PP son más que los 90 del PSOE», ha zanjado.
Durante una reunión en Barcelona de la Junta Directiva del PP de Cataluña, Rajoy no ha dejado pasar por alto la primera ronda de conversaciones que ha llevado a cabo Sánchez en las últimas 72 horas tras recibir el encargo del rey Felipe VI de intentar formar gobierno, y le ha instado a decidirse entre el PP y Podemos y a que se «defina» de una vez por todas, porque el Gobierno no pueda estar indefinidamente en funciones. El líder 'popular' ha hecho un pequeño repaso por la geografía europea para recordar al jefe de los socialistas que en otros países, como Alemania, Austria e «incluso Grecia», se gobierna en coalición con la fuerza más votada al frente. Por ello, ha vuelto a apostar una vez más por que el próximo Ejecutivo esté liderado por el PP con apoyo del PSOE y C's, en una gran alianza constitucionalista. «Hemos sido los más votados y hay que respetar lo que digan los ciudadanos», ha sentenciado.
Rajoy ha tendido la mano a Sánchez para alcanzar un acuerdo para constituir un nuevo Gobierno, que podría ser «de coalición, con apoyo desde fuera» y con un programa compartido en base a unos objetivos comunes. De nuevo, el presidente en funciones ha vuelto a buscar ejemplos para expresarle que lo «inteligente» es un Ejecutivo liderado por la fuerza más votada. Le ha recordado que en el Ayuntamiento de Tarragona se ha alcanzado un pacto de gobernabilidad recientemente entre el PP, el PSC y Unió, en defensa del interés general. «Quien ha ganado las elecciones es el alcalde, y el que está detrás, el teniente de alcalde, que es como se hacen las cosas».
Dispuesto, por tanto, a retomar el diálogo y a atenderle «como se merece» en una próxima cita entre los dos -si Sánchez le llama finalmente-, Rajoy ha reprochado que el líder socialista no haya querido saber nada de él desde el 23 de diciembre en el único encuentro que tuvieron tras la cita electoral del 20D. Asegura que en caso de volver a hablar, le recordará que el PP ganó las elecciones, que los 123 escaños del PP «son más» que los 90 que logró el PSOE, y que Sánchez quedó cuarto en la circunscripción en la que se presentó. En ese hipotético encuentro, Rajoy le pondrá de manifiesto que si decide optar por gobernar con Podemos, IU y con los independentistas, será una alternativa que será «cara para los españoles y mala para la convivencia y la recuperación».
Cataluña
Rajoy también ha aprovechado su visita a Barcelona para recalcar que el PP y su Ejecutivo no ha cambiado y seguirá trabajando por la mayoría de Cataluña que siente catalana, española y europea, «que no quieren que se les obligue a elegir ni que se les considere extranjeros». El líder 'popular' también ha loado al PP catalán por «estar haciendo las cosas muy bien», y ha felicitado a Xavier García Albiol como nuevo coordinador general del PP catalán. «Es un hombre del partido de siempre y sabe la dificultad de manejar muchas situaciones, será un magnífico coordinador hasta el próximo congreso, ha dicho sobre Albiol.
El líder del PP se ha comprometido a ser «imbatible» contra el independentismo y no permitirá que nadie rompa España. Por ello, ha vuelto a apremiar al PSOE a desencallar la investidura cuanto antes para poder llevar defender firmemente la unidad de España, así como los otros objetivos que se ha marcado se logra repetir como inquilino de La Moncloa: crecimiento económico y empleo, mantenimiento del estado de bienestar y lucha contra el terrorismo.