El Partido Popular aumenta la presión sobre la senadora por designación autonómica, Rita Barberá, pero sigue sin reclamarle el acta pese a todas las acusaciones por corrupción que recaen sobre la organización que dirigió durante décadas. Tras la defensa encendida que protagonizó Rajoy en una entrevista televisada el día después de que estallara la 'operación Taula', donde llegó a asegurar que la exalcaldesa de Valencia «está limpia», ya nadie en el PP se ha atrevido públicamente a demostrar un ápice de compasión por su compañera de partido.
Sí que insisten en que aún «no ha sido señalada» por un juez y que por ello no tienen que pedirle «responsabilidades» políticas, para justificar que aún no le hayan reclamado el acta. Pero este lunes, tras el Comité de Dirección presidido por Rajoy en Génova, a Pablo Casado le ha tocado la ingrata tarea de aumentar la presión sobre Barberá.
El vicesecretario de comunicación del PP ha opinado que «personalmente» consideraría bueno que la senadora diera explicaciones más allá del comunicado que emitió para defender su gestión. «Los medios gráficos llegan a más gente», ha llegado a decir Casado, dando a entender que una rueda de prensa sería la fórmula idónea.
Comisión en el Senado
Aunque eso no ha sido lo más significativo de la comparecencia de esta semana, que se ha centrado en Barberá. Según Casado, también sería «positivo» que no volviera a presidir la comisión Constitucional del Senado, tal y como se le encargó un mes antes de que terminara la pasada legislatura y que éste martes hay que volver a ratificar. Los 'populares' habían mostrado su disposición a que Barberá continuara en la presidencia de esta comisión. Sin embargo, los últimos acontecimientos les han obligado a cambiar de opinión.
Esta decisión, en cualquier caso, le tocará tomarla al Grupo parlamentario 'popular' en el Senado, que es en última instancia el que decidirá los nombres de los 'populares' que ocuparán los distintos puestos en las comisiones que se constituyen este martes. Sería tan fácil como no volver a proponer su nombre. Sin embargo, la dirección ha querido este lunes darle la oportunidad a Barberá de que parezca que ha sido idea suya. «Sería conveniente que no volviera a presidir esta comisión. Y creo que es la decisión que ella tomará», ha zanjado Casado.
El PP niega rotundamente que haya pedido a la senadora más explicaciones sobre su implicación o no en la corrupción que asola al PP valenciano. Sin embargo, los conservadores insisten en que sería «positivo», no sólo para ella sino también «para el partido», dar más información a este respecto.