El juicio por el Madrid Arena se reanudará este martes con las declaraciones de los testigos después de que se hubiera suspendido la vista oral el jueves 27 tras finalizar las declaraciones de los 15 imputados.
De este modo, está previsto que comience el turno de declaraciones con las comparecencias de familiares de las víctimas. En concreto, tanto el padre como la hermana de Katia Esteban (Ángel María y Tania), así como la hermana de Cristina Arce, Verónica, serán los encargados de comparecer ante la jueza.
Tras ellos, una larga lista de testigos pasarán por la Sala Cero de la Audiencia Provincial entre asistentes lesionados y no lesionados, policías nacionales y municipales, miembros de Seguriber, Kontrol 34, Madridec o el Samur, hasta completar los más de un centenar de testigos que se prevé aporten su versión sobre la trágica fiesta de Halloween del 1 de noviembre de 2012 en la que murieron cinco jóvenes aplastadas en una avalancha.
Estos testimonios se unirán a los ya vertidos durante las ocho sesiones anteriores del juicio, dedicadas a los imputados por la muerte de las cinco jóvenes. Abrió el turno de declaraciones el promotor de la macrofiesta, Miguel Ángel Flores, a quien la fiscal le dijo que no le salían las cuentas al tratar de demostrar Flores que no hubo sobreafoto en el recinto municipal.
El promotor aseguró que imprimió 17.500 entradas -para un aforo de 10.000 personas- cuya venta se paró en 9.650, aunque se llegaron a vender 500 el mismo día y 70 en la puerta. Además, afirmó desconocer que el recinto careciese licencia municipal y aseguró que no se realizó una reunión de seguridad previa al evento.
Miguel Ángel Flores aseguró que puso equipo médico en la fiesta porque quiso, ya que nadie le obligaba y que manipularon las urnas de las entradas que se ubicaron con posterioridad a la fiesta en el pabellón 'Satélite'.
Apertura del portón
Una de las cuestiones más controvertidas del juicio ha sido saber quién dio la orden de abrir el portón de cota cero, por el que accedieron las 3.000 personas que realizaban botellón a las afueras del recinto. El director general de Diviertt, Santiago Rojo, negó que él diese la orden. Afirmó haber escuchado al excoordinador de operaciones y proyectos de Madridec, Francisco del Amo, que abrieran el portón, pero que no pactó con él la apertura del mismo.
Del Amo negó la versión de Rojo y aseguró que Flores participó personalmente en la retirada de las vallas que abrieron el atajo por el que bajaron riadas de jóvenes a la pista de baile 45 minutos antes de la tragedia.
Por su parte, los responsables de la Seguridad externa del recinto negaron cualquier competencia dentro del recinto municipal y señalaron a los miembros de Kontrol 34, empresa contratada por Flores como la encargada de tal cometido, mientras que estos últimos se definieron como «controladores de acceso».
La última declaración como imputado fue la del exjefe de la Policía Municipal, Emilio Monteagudo, quien afirmó que no se denunció el botellón de Lago porque se «priorizó» el Madrid Arena. Además aseguró que la designación de Cándida Jiménez como jefa del dispositivo ya indicaba que era un evento de riesgo alto, a pesar de haberse comunicado de forma verbal.