La Fiscalía ha pedido al juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno la puesta en libertad de los titiriteros Alfonso Lázaro y Raul García con la imposición de comparecencias diarias al juzgado más próximo a su domicilio y la prohibición de salir del territorio nacional, al considerar que no hay riesgo de que huyan ni de que representen de nuevo la obra 'La Bruja y don Cristóbal', que les condujo el pasado sábado a prisión.
«Es difícil que se puedan repetir los hechos porque ha sido incautado judicialmente todo el material empleado en la representación«, dice el fiscal Pedro Rubira, que agrega que además las actuaciones que tenían previstas han sido rescindidas.
El Ministerio Fiscal, que apoyó el sábado su ingreso en prisión, considera que ahora se «han conjurado los motivos» que justificaron su envío a la cárcel de Soto del Real. Por ello, considera que procede acordar la libertad provisional con la fijación de domicilio, comparecencias diarias al juzgado o la comisaría más cercana a su vivienda, la retirada del pasaporte y la prohibición de abandonar España.
Moreno envió este sábado a la cárcel a los titiriteros de la compañía 'Títeres desde Abajo' por un delito de enaltecimiento del terrorismo, penado con hasta tres años de prisión, y otro delito contra los derechos fundamentales y las libertades públicas, castigado con penas de entre uno y cuatro años de cárcel, por la obra que representaron el viernes en los carnavales del barrio madrileño de Tetuán ante niños de entre uno y seis años y que incluía la violación de una mujer, el ahorcamiento de un juez o varios apuñalamientos.
En un escrito, de tres páginas, el representante del Ministerio Público destaca que la defensa de los detenidos no discutió los hechos que son objeto de la acusación, sino que se limitó a afirmar que eran atípicos en el Código Penal y que no había riesgo de fuga por tener su arraigo en España. A este respecto, el fiscal apoya que ha disminuido el peligro de huida y de reiteración delictiva.
Los abogados de los titiriteros presentaron el pasado lunes un recurso contra su ingreso en prisión en el que advertían de que había obras de ficción más violentas que la que representaron sus patrocinados, como 'Rambo' o 'Pesadilla en Elm Street', y añadían que hay multitud de obras clásicas, incluyendo las de Shakespeare o el 'Crimen y Castigo' de Dostoyevsky, en las que aparecen escenas sexuales explícitas y el asesinato de personas.
En este contexto, aseguraron que múltiples autores españoles han recurrido a la figura del principal personaje de su guiñol, Cristobal Polichinela, y citan a Jacinto Benavente o Federico García Lorca como ejemplos. «Se concluye que, paradójicamente, la misma democracia que gritaba conmocionada 'Je suis Charlie Hebdo' ahora pone en marcha su maquinaria procesal para ordenar el ingreso en prisión de una autores que realizaban una sátira«, agregaron.
Aseguraron además que la obra 'La Bruja y Don Cristobal' no estaba dirigida a un público infantil y se trató de «una sátira humorística representada con motivo de los Carnavales», que no se encuentra catalogada como espectáculo infantil, sino que se incluye en las denominadas de 'Teatro Popular'.
En este sentido, insistían en que las escenas violentas son representadas por muñecos de trapo, por lo que el impacto visual de las muerte o la agresión es mucho menor que si son actores los que actúan.
En cuanto a la comisión del delito de enaltecimiento, los letrados recuerdan que es necesario analizar el papel que la pancarta con la leyenda 'GORA ALKA ETA' juega en la obra. El contexto -aseguran- es que uno de los personajes del teatrillo le coloca la pancarta enaltecedora a la bruja para incriminarla, cartel que acompañan de una «albóndiga bomba».