Con vehemencia y sin excepciones, cuatro de los cinco exaltos cargos de Baleares acusados en el marco del caso Nóos han responsabilizado al quinto de ellos, el expresidente del Govern Jaume Matas, de las decisiones adoptadas a la hora de contratar con Iñaki Urdangarin y su exsocio Diego Torres a cambio de la puesta en marcha de diversos proyectos cuyo presupuesto –2,6 millones de euros en total procedentes de las arcas del Govern– nada tuvo que ver con el coste real –notablemente inferior– que supusieron.
Después de que este martes el exdirector general de Deportes y medallista olímpico José Luis 'Pepote' Ballester abriera la veda de acusaciones y achacase al también exministro las instrucciones para adjudicar 'a dedo' las iniciativas propuestas para las islas por el propio Urdangarin, un día después otros tres subordinados de Matas han reafirmado el papel determinante que éste ejerció en las negociaciones para contar con los servicios del Instituto Nóos y de otra de las entidades que conformaban el entramado urdido por Urdangarin y Torres, Nóos Consultoría Estratégica.
Tanto el exgerente de la Fundación Illesport Gonzalo Bernal como el exdirector gerente del Instituto Balear de Turismo (Ibatur) Juan Carlos Alía y el exasesor jurídico de esta entidad Miquel Àngel Bonet han señalado tajantes que las directrices partieron siempre del exmandatario autonómico –sobre quien pesan dos condenas firmes por corrupción, por una de las cuales cumplió nueve meses en prisión–, tanto a la hora de adjudicar la organización de dos foros de turismo y deporte en Palma –cuyo coste ascendió a 2,3 millones– como una oficina para el seguimiento del equipo ciclista Illes Balears-Banesto.
Bernal ha sido en la sesión de este miércoles el primero en señalar que los contratos con Urdangarin, «por el importe y la materia», eran decididos de antemano por Matas hasta el punto de que quienes intervenían en la tramitación de los mismos «no entrábamos a valorar nada; todo nos venía acordado».
De hecho, a preguntas de la fiscal anticorrupción Ana Lamas, ha relatado que «mucho antes» de la formalización del contrato para la materialización del servicio para el seguimiento de la repercusión del club deportivo en los medios de comunicación «se habían venido haciendo actividades y trabajado en ello».
Según ha apuntado, era Ballester quien al respecto le trasladaba las instrucciones procedentes de Presidencia. «Ballester no podía adoptar los acuerdos sin el visto bueno ni el beneplácito del presidente», ha remarcado. Asimismo, ha recordado que mantuvo una reunión con Diego Torres y otros exaltos cargos de Baleares para abordar la gestión del proyecto puesto que tanto su impulso como su precio –150.000 euros públicos más IVA– «ya estaban adoptados».
Por su parte, Alía ha recordado del mismo modo que fue Ballester quien le trasladó que el 'presi', en referencia a Matas, ordenó que había que contratar a Nóos Consultoría Estratégica por el 'merchandising' del Illes Balears-Banesto y que era el Ibatur el que debía pagar el precio fijado para ello. Más en concreto, el exgerente del Ibatur se ha referido a los 116.566 euros que su entidad, dependiente del Govern, abonó a Nóos Consultoría por la elaboración del material promocional del equipo y la creación de su página web.
Más contundente ha sido el exresponsable de los servicios jurídicos de este organismo, quien ha señalado que la orden del expresidente balear de contratar a Urdangarin era «drástica y directa». Durante su interrogatorio, Bonet, el único de los 17 acusados del caso Nóos que en la actualidad se encuentra en prisión, ha incidido en que, bajo el último mandato de Matas (2003-2007), había una «consigna férrea de que todo lo que venía del presidente no se discutía».
Es más, preguntado por el contrato para la elaboración del material promocional del Illes Balears-Banesto, Bonet, ha recordado que elaboró un informe que avalaba la legalidad del expediente así como la resolución que daba luz verde a la adjudicación directa.
Unos hechos que, ha admitido, llevó a cabo consciente de la inexistencia de expediente de procedimiento administrativo alguno y del incumplimiento de la normativa que impone en estos casos la necesidad de un concurso público, motivo por el que ha manifestado arrepentirse «muchísimo». «Fue un error gravísimo al que debería haberme opuesto», ha abundado.
Ante esta tesitura, Matas deberá explicarse este jueves y lo hará a partir de las 9.15 horas, cuando está fijada la cuarta jornada del juicio. La sesión arrancará así con su comparecencia, que prevé prolongarse durante varias horas tras las acusaciones vertidas contra él por Ballester, Bernal, Alía y Bonet.